Una buena cartulina escrita con apuntes es una excelente base para un buen discurso. Aunque esto no signifique que vayamos a leer de forma permanente como cuando el profesor o el maestro nos lo pedía en el colegio. Los candidatos que hoy se someten al veredicto de las urnas tienen mucho que aprender todavía en el complejo mundo de la oratoria, aunque hay algunos que han avanzado mucho y otros/as que todavía están en parvulitos. Las carencias de estos últimos/as se han visto y han latido con fuerza durante toda la campaña en mítines y debates. Recuerden y puntúen de menos a más.

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