Araíz de la pandemia sufrida, el ser humano ha adquirido conciencia firme sobre la importancia de su actuación en la naturaleza y sus repercusiones, de tal suerte que toda acción u omisión tiene su efecto en el ecosistema en el que desarrolla su vida.

Este concejal intenta, como todos, adaptarse a la nueva situación a la que nos enfrentamos, y es consciente de algunas de las propuestas cada vez más demandadas por las ciudades. Entre ellas se encuentra la peatonalización de las calles, con la que se intenta conseguir una menor dependencia del transporte privado en favor del transporte público, una mayor utilización de otros medios de transporte menos contaminantes, fomentar el comercio de barrio y, por qué no decirlo, fomentar la realización de alguna actividad física durante la semana y la interacción directa con la ciudad y con los vecinos mediante el consabido paseo por el barrio que a buen seguro será más placentero.

Es esta una visión hacia la que el conjunto de ciudades se dirige, en mayor o menor medida, y sobre la que Almería no puede mantenerse ajena. Esta ciudad debe tender a la peatonalización y a la dotación de más espacios verdes en la ciudad, y en esta línea se prevén llevar a cabo numerosas actuaciones en nuestra ciudad: adecuación del entorno de la Alcazaba con el parque de la Hoya y el Cerro de San Cristóbal, la peatonalización del Paseo de Almería y otras calles del centro histórico, la ejecución del plan Botania, etc.

Me gustaría que el equipo de gobierno acelerase la ejecución de todos los planes que ha puesto sobre la mesa. Creo que los ciudadanos convendrán conmigo en que las actuaciones para una mejor conservación del medio ambiente son positivas para el progreso de nuestra ciudad, y para nuestro desarrollo como seres humanos.

Por ello, espero que sirva este artículo de acicate para que los que tenemos encomendadas funciones públicas seamos rápidos y eficaces en la aplicación de la parte teórica, para que todos seamos beneficiarios de las bondades de una ciudad sostenible.