Crítica de cine

Gonzalo Hernández Viciana

'Remake' innecesario

16 de agosto 2009 - 01:00

EEUU, 2009. Intriga. Director: Tony Scott. Director de fotografía: Tobias A.Schliessler. Actores: Denzel Washingon, John Travolta. Música: Harry Gregson-Williams. Duración: 121 minutos.

El director Tony Scott es el hermano pequeño, en todos los sentidos, de Ridley Scott. Mientras este último se dedica a tocar todos los géneros, muchas veces con excelencia, Tony se ha especializado en uno propio: el film de acción con Denzel Washington. Y no es una exageración, llevan ya 5 películas. Por su parte, el actor se ha acostumbrado al rol de policía tanto o más que Bruce Willis. Por suerte en este caso cambia el personaje por uno más interesante, con algunos toques oscuros inclusos. Además, no cae en sus tics de interpretación habituales (su sonrisa, sus inclinaciones de cabeza) y se puede decir que es lo mejor de la película.

John Travolta, en cambio, no tiene nada que hacer. Se puede decir que nos hemos malacostumbrado a los villanos inteligentes (como él), pero también a los simpáticos, o por lo menos compasivos.

En este caso, su personaje es un asesino sin conciencia ni interés, un personaje unidimensional, a pesar de los esfuerzos del guionista para darle escenas con Washington.

Este hecho hace que el interés del espectador decaiga según avanza la historia. La película tiene mucha energía, y consigue no decaer hasta el final, pero entonces se da uno cuenta de que no hay más cera que la que arde, y de que el final es muy pobre comparado con el principio.

Si Plan oculto, otro film de Washington que lidiaba con secuestros y rescates, no existiera, quizás la película que nos ocupa tendría más aprecio por parte del público, pero al existir, hace que nos planteemos si merece la pena subirse a este tren.

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