En tránsito
Eduardo Jordá
Mon petit amour
Hoy festividad litúrgica del mártir san Valentín, que fue asesinado por su Amor a Dios, es patrono de los enamorados. Después de dos dramáticos años, dentro de unos días, tras la piadosa Cuaresma, que será un alto para la reflexión, poniendo freno al estrés diario que imponen los desacralizados tiempos, días de silencio y quietud ante el bullicio de nuestras pasiones diarias, para dar paso, posteriormente, durante una semana, a que nuestras calles se tornen arterias por las que correrá la fuerza espiritual de un pueblo cristiano que vive, de un pueblo católico que siente y transmite su vivir y sus sentimientos a cuantos se acercan a presenciar, con una entusiasmada luz, el dolor que les cautiva.
Para llegar, a esa renovada revolución espiritual, a la sagrada Redención, que es la Semana Santa, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, las Hermandades y Cofradías con responsabilidad pastoral y en comunión eclesial se encargarán de abrir las puertas para la búsqueda material y espiritual de cofrades y no cofrades, que se acerquen al Misterio Pascual a través de diversas actividades cívico-religiosas.
En Roquetas de Mar, en el bellísimo Castillo de Santa Ana, bajo el rectorado cultural del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, se está llevando a cabo la exposición "Rosario Coronada, 225 años de devoción". Una muestra esmerada del fervor y la devoción de la ciudad de Roquetas de Mar a la Virgen del Rosario por medio del arte, ritmo, luz y color de las Estaciones de Penitencia y Procesiones de Alabanza del conjunto de Hermandades de penitencia y de gloria que integran de forma colegiada y con firmeza en las convenciones de la fe el marco cofrade del término municipal.
El Castillo de Santa Ana con esta magistral exposición antológica de la piedad popular, como lo será estos días próximos, en el Patio de Luces de la Diputación Provincial, con la exposición "Splendores Silentii" con motivo del 75 aniversario fundacional de la Real, Ilustre y Franciscana Cofradía del Silencio, son expresión genuina de la religiosidad popular almeriense, que encierran mensajes de esperanza para unos, de reflexión para otros, una cita con los recuerdos, sentimientos ya lejanos que son una sinfonía de dulces sabores y punzantes inquietudes en el caminar diario, y sobre todo, una oración silenciosa al Señor de la Vida y la Esperanza por los difuntos, sacerdotes y laicos, que nos precedieron con amor en el Misterio Pascual. Paz y Bien.
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