Educación,valores y evaluación

¿qué problemas subyacen en la educación? Se observa la pervivencia de un trabajo individualista, evaluación selectiva y desconcierto profesional. El individualismo profesional en la educación es algo inherente a todo Sistema educativo. Cada profesor vive en su mundo académico, tiene pudor por mostrar sus prácticas docentes, o acaso desconfianza, no se siente además oído por otros compañeros, primando la rutina, y la idea que más no se puede hacer, pues los alumnos cada vez están más alejados del interés por el estudio, aparte de contar con un menor apoyo de las familias, lo que hace que aquellos profesores que quieren innovar se encuentran solos muchas veces, no pudiendo compartir las experiencias obtenidas en sus largas horas de pizarra en el aula. En muchos, el concepto subyacente de evaluación descansa en un principio selectivo, influido por las ideas deterministas del siglo XIX, de tipo darwinista. Proliferan en este tipo de pensamiento las múltiples pruebas eliminatorias, el aprendizaje sumativo, repetitivo, conductista, cuya personalización no está centrada en las características esenciales de los intelectos, y habilidades naturales, del alumnado. Otro problema existente, es la formación pedagógica de los docentes, la cual puede ser mejorada ahondado en la parte práctica, conociendo la auténtica realidad de las aulas, qué problemas pueden encontrarse, lo que nos dice la experiencia como resolverlos. Es decir, ha de incrementarse la preparación pedagógica proveniente de la acción diaria docente, la derivada de la tiza y pizarra, según dicho tradicional, que aunada con los principios básicos teóricos y legislativos, pueden formar docentes más afianzados en la variable realidad educativa. La educación impartida, no debe estar basada en la aplicación rigurosa de una planificación curricular general para todos, sino derivada de un proyecto de trabajo, dirigido a un grupo específico de alumnado, basado en sus conocimientos y aspiraciones. No basta con aprender el contenido del conocimiento, sino que además se ha de saber aplicarlo en casos de dificultad variable, tal y como se predica, aparte, y ese es el gran reto, saber conjugarlos con otros conocimientos, y aún más difícil, trasladarlos a diversas situaciones de la vida. Pero lo más importante, es acompañar este proceso de aprendizaje curricular con valores, tanto sociales como individuales, con los cuales podrá formarse mejores ciudadanos.