Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

¿Por qué no encuentro trabajo?

Tener un título no garantiza el empleo y desgraciadamente muchos jóvenes se van a otros países en busca de mejor fortuna

LLEVO muchos años intentando encontrar un empleo estable y la situación del país me hace sentir frustrado y desorientado. No puedo pagarle un dentista a mi madre de 60 años. Ella tiene un trabajo precario con un sueldo insuficiente para hacer frente a los gastos ordinarios. Veo a mi madre mayor y me siento angustiado y triste". Es un fragmento de una carta de Francisco, sevillano de 26 años.

Francisco terminó el grado Superior de Administración y Finanzas. Ha hecho un curriculum muy completo e innovador, siguiendo las pautas que aconsejan profesionales expertos en Recursos humanos. Lleva varios meses enviando sistemáticamente el curriculum a empresas de servicios de distintos sectores. La mayoría de las empresas no contestan. Hubo una que le ofreció trabajar tres meses gratis como periodo de formación.

Es un problema complejo, pero desgraciadamente muy frecuente. Es cierto que hay dificultades para incorporarse al mercado laboral, ¿no sé por qué hay tantas? y, cuando se consigue, las empresas ofrecen contratos temporales, jornadas a tiempo parcial, sobrecualificación y unos salarios de espanto. Mientras, el gobierno sigue financiando las universidades como fabricando subempleados y parados, ajenas a las necesidades de las empresas. Además, desde el Gobierno se alienta al autoempleo (autónomos) cuando el país necesita empleo estable y más nóminas para garantizar los ingresos del Estado y de la Seguridad Social. Pero no se mira, por ejemplo, las cuotas que pagan los autónomos en países como Alemania

La experiencia nos dice que tener un título no garantiza el empleo, y menos que se corresponda con los estudios cursados. Parece que desconocemos la inflación de universidades, centros y de titulaciones que hay y que no tienen en cuenta al mundo real. Pero cobrando.

Desgraciadamente muchos jóvenes se van a otros países en busca de mejor fortuna. Por tanto, se está exportando mano de obra cualificada costeada en gran parte por los impuestos de la ciudadanía, mientras que importamos trabajadores con poca o baja cualificación.

A pesar de todas la dificultades, no hay que perder la esperanza y ser constante, porque en algún momento surgirá la oportunidad. Hay que seguir buscando con ilusión, con paciencia y tener muy claro que el puesto de trabajo no nos lo va a regalar nadie. Así que, a seguir gastando suela, que ya aparecerá el puesto de trabajo tan deseado.

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