A Son de Mar

Inmaculada Urán / Javier FornieLes

El nuevo Pablo

La política te permite ganar un buen sueldo, pero no te hace millonario de verdad

Algunos celebran que haya dejado la política y proclaman que lo han echado de la vida pública. Ya no es vicepresidente, perdió las elecciones en Madrid e hizo el ridículo con el cuento de las balas. Sin embargo, quien ha decidido irse ha sido él. Como el otro Pablo, ha oído una voz, ha visto una nueva luz y ha comprendido el mensaje sin necesidad de caerse del caballo. No es la hora de la política. Las vacas empiezan a enflaquecer, la crisis pronto tocará en las puertas y la gente se alborotará o comenzará a pensar en cambiar de voto. Hay que darse prisa. Lo que ahora toca es representar 'El banquero anarquista' y hacer dinero antes de que sea tarde. La política te permite ganar un buen sueldo, arreglarte la pensión, comprar una casa estupenda o llevar a tus hijos a los mejores colegios. Pero no te hace millonario de verdad sin correr peligro. No puedes tener un avión privado para acudir como supermán al rescate de los más necesitados. Para esto es necesario tener un pie en la política y otro en la empresa. Ahí es donde uno puede hacer caja sin montar un vodevil con las maletas de Maduro por Barajas. Se burlan muchos de los malos resultados de Podemos o del corte de pelo con que el líder confirma ante el mundo que cambia de vida. En realidad, Iglesias se encuentra en el lugar perfecto. Imaginemos una situación ficticia. Una empresa, un banco, contrata sus servicios por 100 millones de euros. No aporta nada, pero allá ellos con su dinero, se dirá. Se trata de una entidad privada y nada se puede reprochar a una decisión libremente tomada. Un mes después el banco solicita reajustes legales. Las ganancias pueden ser de 1000 millones. Se trata de implantar la banca verde; el nombre siempre ayuda. Podemos lo apoya: ¿cómo no impulsar una ley progresista? Tiene varios ministros en el Consejo y con su voto decide las votaciones en el Congreso. ¿Puede el Gobierno plantearse siquiera actuar en contra de las sensatas propuestas de un banco o una empresa que solo busca el bien común? El negocio, como diría Iván, se adivina redondo para todos. Y todavía le quedará tiempo al nuevo Pablo para decirles a sus antiguos compañeros ministros dónde invertir sus ahorros cuando dejen el cargo. Otra cosa no será, pero Iglesias listo es. Cuando algunos empiezan a caminar o a pensar en el futuro, él ya ha llegado y se ha llevado las puertas giratorias a su casa.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios