Adela Segura

Hasta siempre, compañero

He tenido la suerte y el honor de conservar algunas palabras de aquella charla tuya a la que pude acudir

Un icono de la política española se ha marchado. La pasada semana, España le dijo hasta siempre a Alfredo Pérez Rubalcaba, con una capilla ardiente en el Congreso por la que pasaron ciudadanos y líderes de todas las tendencias políticas.

Rubalcaba fue grande en inteligencia, impregnó la política de diálogo y humanismo y protagonizó una amplia trayectoria parlamentaria, con sus valores de hombre de Estado.

Con su calidez humana mejoró nuestra Democracia. Fue un gran comunicador y mejor negociador, lo que le valió el respeto y el reconocimiento de quienes fueron adversarios políticos.

Era profesor y volvió a su trabajo, sin ruido, cuando decidió que su papel en la política de primera fila había llegado a su fin. Su alumnado se vio beneficiado por un gran profesional.

El reconocimiento a su figura política ha reunido a la familia socialista. Nuestro compañero tuvo un papel fundamental en la gestión de lo público: desde el Ministerio de Educación y Ciencia en 1992, hasta la Vicepresidencia Primera, la Portavocía del Gobierno y el Ministerio del Interior entre 2006 y 2011, año en el que ETA declaró el alto el fuego. Como gran negociador y hombre de libertades, durante ocho años luchó y fue artífice de la derrota del terror.

Hoy sólo puedo decir gracias, compañero, por tu dedicación y tu compromiso con la Democracia. De tu legado político a algunos liderazgos que rodean en estos momentos a la política española, hay un abismo.

He tenido la suerte y el honor de conservar algunas palabras de aquella charla tuya a la que pude acudir y, en ocasiones como esa, se percibía el análisis de las distintas realidades que como buen referente socialista siempre trasmitías. Hoy está de rabiosa actualidad lo que te escuché hace ya unos años: "Desde las ambiciones y el pragmatismo, todo tiene un coste y hay que pagarlo; hay que repartir bien, educación y salud pública y de calidad para todos, ese debe ser el compromiso desde la política autónoma".

Otro mensaje de ese día fue: "El PSOE quiere más derechos y eso significa responsabilidades y eso significa igualdad de oportunidades y esto es el buque insignia de la igualdad de género", de modo que "el feminismo tiene que estar en las entrañas del socialismo". Unas frases que guardaré, como he hecho hasta ahora, porque son lecciones para no flaquear. Hasta siempre, compañero.

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