Donald Trump, un presidente cercado

Los demócratas estarían buscando una inhabilitación de Donald Trump para cargo público y que no pudiera presentarse a las próximas elecciones

El FBI ha comenzado a detener a algunas de las personas más significativas que participaron en el asalto al Capitolio, donde murieron cuatro personas. Ya van 16 detenidos, entre quienes están el hombre que se disfrazó de bisonte, Jake Angeli, y el que se fotografío en el despacho de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes. Pero, a la vez, los demócratas están dispuestos a juzgar políticamente a Donald Trump si éste no dimite antes del 20 de enero, cuando se producirá el juramento de su sucesor, Joe Biden. El procedimiento de impeachment permite que el Congreso juzgue a un presidente, y de hecho los demócratas ya lo intentaron durante su mandato, pero no tuvieron el apoyo de los republicanos. A Trump le queda poco más de una semana en la Casa Blanca, por lo que, a primera vista, el procedimiento carece de posibilidades. Sin embargo, lo que quieren los demócratas es comenzar un proceso que pudiera concluir con una inhabilitación de Trump para cargo público, lo que le impediría volver a presentarse en las próximas elecciones. El presidente ha perdido los comicios, pero se retira con el apoyo de 78 millones de votos, de ahí que él sí quisiera repetir. Otra cosa es lo que finalmente opine el Partido Republicano, donde las voces contra Trump han dejado de ser una minoría. La demócrata Nancy Pelosi activará esta semana el procedimiento del juicio político, porque corresponde a la Cámara de Representantes el inicio del impeachment. Si acortase los plazos, y es posible porque el juicio político está muy poco regulado, pasaría casi de modo inmediato al Senado, que es donde se celebra la causa. Para que Trump fuese condenado, se necesitarían dos tercios del Senado, lo que parece poco probable debido a que los republicanos son mayoría. No lo serán cuando Biden jure, ya que entrarán dos senadores demócratas que desplazarán el peso de la balanza. Aun así es improbable que el presidente sea destituido antes del 20 de enero, pero el caso podría seguir en el Senado y finalizar con una inhabilitación. Y no seré éste el único problema judicial de Trump, al que le esperan varias causas relacionadas con su actividad económica.

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