Tribuna

Manuel Peñalver

Catedrático de Lengua Española de la Univesidad de Almería

Martin Baron, director del Washington Post

Calidad, creatividad y veracidad al servicio de la sociedad. Para argumentar que el periodismo es pedirles cuentas a las instituciones poderosas

Martin Baron, director del Washington Post Martin Baron, director del Washington Post

Martin Baron, director del Washington Post

Cen este primer sábado de 2017, con la luz del alba alumbrando la belleza de esta bahía, surge la misma pregunta que ya se hicieron en la revista Esquire: ¿Es Martin Baron el mejor director de periódicos de todos los tiempos? Posiblemente, así sea, ya que reúne las mejores cualidades del periodista tradicional y, con su entrega, dedicación y esfuerzo, las propias de la era digital y móvil. Ambas vertientes ha sabido aplicarlas con rigor y dotes excepcionales a un medio tan prestigioso hasta convertirlo en el referente mundial del periodismo del siglo XXI y desbancar al New York Times. Baron, que nació en Florida en 1954, será el ponente de la V edición de Conversaciones con, que tendrá lugar en Madrid a finales de enero para tratar el futuro de los «Legacy media» (o cabeceras periodísticas tradicionales). Sin duda, es el director más renombrado no solo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo. Un periodista que se ha hecho a sí mismo convirtiendo el enunciado de Ben Bradley: «El fundamento del periodismo es buscar la verdad y contarla», en referencia ética y moral.

Su currículum, como leemos en Conversacionescon.es, nos indica que sus primeros pasos como redactor los dio en el Miami Herald (1976-1979). En los Ángeles Times dirige la sección de Negocios. Su brillante labor hace que el New York Times lo contrate en 1996 como editor asociado. Era el encargado del cierre del periódico y con su reconocida profesionalidad exigía a los redactores y jefes de sección que revisaran sus historias, a las nueve de la noche, para que, al día siguiente, llegaran a los lectores de la manera más completa, ilustrada, fluida y precisa. Once años estuvo como director del Boston Globe, consiguiendo en 2003 el Pulitzer por su investigación sobre los execrables abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes de la Arquidiócesis de Boston. De este hecho nace «Spotlight», que se estrenó en 2015 y ganó el premio Óscar a la mejor película en la última edición de la Academia de Hollywood. En enero de 2013, Martin Baron es nombrado director del Washington Post, el mismo periódico que descubrió el escándalo Watergate, el cual terminó con la dimisión de Nixon el 9 de agosto de 1974. Los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward fueron quienes investigaron el turbio asunto que implicó a la Casa Blanca. Jeff Bezos, fundador de Amazon, compró el diario por 250 millones de dólares a la familia Graham. Con Baron, trabajan en la redacción 800 personas, de las cuales 650 son periodistas. Hoy, tener en cuenta a Google, Facebook, creado en 2004, Youtube, en 2005, Twitter, en 2006, iPhone, en 2007, y la tecnología punta es una premisa básica. Ignorar la realidad digital es, como afirma Baron, una negligencia profesional. De ahí la necesidad de adaptar los contenidos al mundo virtual y tecnológico, donde el móvil ocupa un lugar de privilegio. Son muchos millones de personas quienes acceden a los medios de comunicación a través de esta modalidad. Por ello mismo, debe hablarse ya de una sociedad digital, pero, al mismo tiempo, de una sociedad móvil. Se impone, por consiguiente, una tipología del periodismo, donde video, audio, redes sociales, gráficos interactivos, animaciones, comentarios, opinión, documentos y anotaciones en los documentos se interrelacionen de manera equilibrada para que la información y las historias lleguen a los lectores del modo más innovador. Periodistas e ingenieros informáticos en las redacciones trabajando codo con codo. «Tenemos que ser líderes. Si nos quedamos tecnológicamente rezagados, seremos perdedores», asevera «Marty». Calidad, creatividad y veracidad al servicio de la sociedad. Para argumentar que el periodismo es «pedirles cuentas a las instituciones poderosas».

«Es obvia la dirección que debe seguir nuestra profesión, a pesar de que todavía haya muchos periodistas que se resistan a las demandas que trae el futuro. Sienten que el pasado los jala. Están apegados a cómo solían ser las cosas. Se sienten cómodos de esa manera Yo tuve mi propia etapa de duelo por lo que pensaba que se estaba perdiendo en medio de todos estos cambios. Era difícil no sentir nostalgia», argumenta Baron, como línea de actuación, para que el periodismo siga siendo imprescindible por buscar la verdad y contarla. Antes y ahora. Ayer y hoy. Como han querido la innovación, la investigación y el conocimiento. Pero Larra y Baron siguen teniendo mucho en común: el amor y la pasión por una profesión, que sigue siendo la más hermosa. Y, para concluir, la pregunta literal: «¿Por qué uno de los hombres más influyentes, Jeff Bezos, de la era digital, el mismo que predijo el fin de los medios impresos, adquiere precisamente un diario?». Hay preguntas que antes de ser proustianas o brechtianas son joyceanas allá donde se hacen

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