Tribuna

José María Martínez de haro

Escritor y Periodista

Una inmensa ola de satisfacción

Una inmensa ola de satisfacción Una inmensa ola de satisfacción

Una inmensa ola de satisfacción

El grito mundial de Pedro Sánchez nos ha deparado un subidón de adrenalina . Nos sentimos mucho mejor ahora que España es noticia a cuenta de 629 inmigrantes ¿ a la deriva?: No era este el caso del buque ACUARIUS, escoltado por barcos de la Martina italiana y después por una Fragata española. La ansiedad nos ha hecho a todos retornar a la televisión en blanco y negro y aquel programa "ustedes son formidables" de Joaquin Prats. Y hemos sido formidables y un poquito maleables. ¿ O no?. Varios días pegados al televisor siguiendo la ruta de esa embarcación, símbolo de todas las desgracias humanas que nos vendría a colocar en las mejores páginas de la solidaridad y el humanismo. Pedro Sánchez ya ha entregado sus credenciales a Europa y al mundo. Incluso retando con su gesto a Gobiernos de Europa que han negado a los inmigrantes un puerto donde arribar. El caso del Ministro italiano Salvini con una pizca de coña italiana a "Pedro el Misericordioso" por haberse ofrecido a recibirlos . Muestras de solidaridad que inundaron ciudades y pueblos de España al calor de esa llamada de nuestro Presidente. El Gobierno español reta a los intransigentes Gobiernos europeos que propician mayor dureza con la inmigración ilegal y que ya se posicionan de frente y sin disimulo alguno. Un eje formado por Alemania, Austria e Italia, parece acercarse a la políticas restrictivas a la inmigración de Hungría y Polonia. Pero España gobernó un Imperio donde no se ponía el sol. Y ahora en estos turbulentos años de globalización el fenómeno de la inmigración que desborda a todos los países del mundo occidental, encuentra aquí, en España, una pancarta universal; " Que vengan , son los más valientes , todos serán bienvenidos" etc ,etc. Y ocurre que siempre hay quien pretende jodernos estos días de gloria, paz y amor infinitos. Las mafias por ejemplo. Y algunos Gobiernos del norte de África, otro casual. Y mientras todos esperábamos con el corazón en un puño la llegada a Valencia del ACUARIUS, mientas el alcalde de esa ciudad, el Presidente de la Comunidad, Ministros y Ministras, Delegados y Delegadas, y multitud de paisanos estaban a la espera junto al noray donde atracaría ese buque, en aguas del Sur de España surcaban decenas y decenas de pateras, de barquitos de plástico, de tumbonas y cayucos para llegar a las cotas de Almería, y Cádiz y aguas adentro a las islas Canarias. Balance desolador; Cerca de 1. 500 inmigrantes lograban llegar, mas de 63 desparecidos en el mar y cuatro fallecidos , centenares de menores no acompañados. Todos ellos si estaban a la deriva sin acompañamiento alguno frente al mar de la esperanza y la muerte. Unas cifras que marcaban una línea de tristeza en la ceremonia de bienvenida del puerto de Valencia sorprendiendo al Gobierno y todas sus administraciones con la sonrisa helada. ¿ Quien había avisado del efecto llamada?, sin duda un profesional de amargar los buenos momentos. Pero así ha ocurrido con exactitud, en los mismos tres días y las mismas horas que todos mirábamos expectantes hacia el buque ACUAIRUS y su tripulación y todos sabíamos de la música, víveres y juguetes que hicieron llegar al barco las buenas organizaciones humanitarias civiles y religiosas.

Pude contactar con algunas de ellas que asistían desesperadas en las costas y en los puertos de Andalucía a los que lograban arribar .Ejemplar y abnegada la Guardia Civil del Mar, Cruz Roja, funcionarios, organizaciones humanitarias, y tantos buenos vecinos voluntarios que recibían a miles de extenuados inmigrantes. Imploraban por los desaparecidos en alta mar. Y lloraban por los que se ahogaron. Todo en un solo fin de semana. Esta sería una crónica completa que habría de teñir de duelo las costas y puertos andaluces, pero sería al fin la crónica de lo cotidiano. Sin la grandilocuencia de Valencia, en la callada voz de tantos y tantos que se indignan por la falta de medios. Imposible no relacionar uno y otro escenario, me dice un responsable de una ONG local. " Aquí hay penalidades durante casi todo el año, y el número de los que tratan de llegar a España va a mas, sin cesar . "Habría que coordinar proporcionadamente las oleadas de inmigración y atender esta avalancha humana y repartir los medios materiales que haya disponibles". Un responsable de ONG, visiblemente afectado y enfadado reclama " un protocolo unificado de actuación "... "Improvisar ante las cámaras no solucionará este problema que es de todos".

Cabe imaginar que haya preocupación en el Gobierno de España. Y puede que advierta el Presidente que gestos unilaterales, por grandiosos que fueran, no van a resolver este problema que afecta a toda Europa . Y lamentando la realidad subyacente; que España no es potencia suficiente para marcar las políticas de la UE en relación a las fronteras, a la inmigración y definir de manera concisa la condición de refugiados y sus protocolos de acogida. En tanto esto no ocurra habremos de contemplar como indicio la indiferencia del Parlamento europeo cuando el gesto de España ya era un clamor para recibir al buque ACUARIUS, apenas el diez por ciento del Salón de Plenos estaba ocupado por los diputados europeos. España quedó muy sola en su grandeza. Y tras recibir los plácemes de cortesía, cada uno a lo suyo. No está mal que un joven Presidente marque su presencia de este modo y coloque a España en el mapa de la mejor solidaridad. Incluso aceptar el apresurado campeonato nacional de" buenismo" Pero toca algo de incorrección porque sería inútil ignorar el aparato de propaganda mediática que ha acompañado el dispositivo de bienvenida al buque a la deriva, según los entendidos en navegación. Aceptar que como en lo demás este Presidente ha decidido una política de gestos que puede que sustituya a la falta de proyecto de gobierno lo cual además de original podría ser que una ventaja por cuanto los proyectos de gobierno a veces resultan fatales para la ciudadanía, tal que los proyectos fracasados del inefable Zapatero, maestro del joven Sánchez.

Bajados ya los niveles de endorfina, enredados en otros asuntos que preocupan, siempre quedarán aquellos días del ACUARIUS cuando todos fuimos formidables. Y quedarán también los muertos anónimos en el Mediterráneo, los desaparecidos, los que llegaron y ahora intentarán acomodarse a la burocracia , cada caso en particular, incluso a la deportación a países de origen según anuncian miembros del Gobierno. Entretanto las organizaciones mafiosas que trafican son seres humanos dejándolos a su suerte en alta mar miran excitadas a España y habrán grabado la ceremonia de bienvenida con más de seiscientos periodistas ansiosos del mejor reportaje. Con el buen tiempo, seguirán llegando a Andalucía, a Murcia, a Canarias a donde les lleven las mareas y allí estarán los de siempre, posiblemente ni un Ministro o Ministra que se desplace a vivir de cerca el trabajo de estos buenos españoles y empaparse de sufrimiento. No hay lección útil o moraleja en nada de esto, simplemente que la política en España no depende ya de golpes de corazón o de efecto. Que mientras no se pacte en Europa una política común en relación a este drama humano los gestos individuales dejarán al descubierto la impotencia para asumir la responsabilidad que corresponde a la vieja y decadente Europa, madre del humanismo cristiano, de la ética y la dignidad que señalaron los pensadores griegos en los albores de la civilización.

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