Los piratas y corsarios vuelven a Almerimar en el arranque de este mes de agosto, para hacer las delicias especialmente de los más pequeños. Con esta zona costera de El Ejido repleta de visitantes, turistas y residentes, se plantea una gran oportunidad para vivir un gran Desembarco Pirata este próximo domingo, en el que constituirá el acto central de toda una semana de actividades en torno al mundo corsario, la Semana Pirata, que este año alcanza ya su séptima edición y que para la Junta Local de Almerimar, presidida por Inocencio Gabriel Manzano, supone el más importante esfuerzo organizativo de cuantos eventos desarrolla a lo largo del año. Más de 200 personas, entre montadores, técnicos y actores, se implican en un evento que atrae a miles de personas cada año y que en esta edición pretende ser aún más espectacular, en lo referente tanto a la recreación del desembarco como al posterior pasacalles.

La idea va más allá del mero espectáculo y se persigue también la vertiente didáctica con la puesta en escena del desembarco. Así lo explicó durante la presentación Ino Gabi Manzano, quien por cierto será uno de los piratas del pasacalles, junto a otros miembros de la Junta Local y muchos vecinos ejidenses, que se sumarán al 'show'. El evento, según sus palabras, "ayuda a conocer más en profundidad la historia marítima del municipio, vinculada a los numerosos desembarcos fechados y documentados en nuestras costas, ya que el peligro de la piratería fue constante a lo largo de casi toda la edad moderna, en los siglos XVI y XVII". Al hilo, Manzano explicó que "en 1501 la costa almeriense tenía 16 estancias, 8 torres y 4 poblaciones, como la Torre y Castillo de Balerma, Torre y Castillo de Guardias Viejas, Torre de las Entinas y de Cerrillos. Además, la documentación empleada para toda la recreación recoge la expulsión, hace 500 años, de los moriscos del Campo de Dalías a la Alpujarra, así como la llegada de piratas berberiscos como 'El Sordo' de Berja, que saqueó las costas ejidenses e hizo a sus habitantes esclavos".

La representación se inspirará en un desembarco real fechado en 1552, cuando dos piratas planean un ataque a la Costa de Malerva (actualmente Balerma) y secuestran a 20 mujeres y niños, pidiendo por su rescate la cantidad de 5.555 ducados. Esta puesta en escena tendrá como escenario la Playa de Poniente y arrancará a las 20.00 horas del domingo. Se emplearán espadas auténticas, efectos especiales y material pirotécnico de fuego frío, sin ruido y que no mancha.

Tras el desembarco llegará el gran pasacalles, en el que este año se ha volcado la organización. La empresa local Alejú Servicios Culturales se encarga de la producción de ambos eventos. Se iniciará desde la playa, y transcurrirá por las dársenas del Puerto Deportivo, calles y plazas, contando con varios espectáculos de no más de 15-20 minutos de duración. Lo abrirá el grupo de animación roquetero Kalesi, seguido de la Agrupación Amasal y Cristo del Amor; Aribaldi Circus, que llevará a cabo un espectáculo de fantasía de sirenas y piratas en el que se colgarán desde una altura de ocho metros; el malabarista y payaso 'Antoñito Huevo Frito'; Calerón y Cía, con números de fuego y saltos; y Lunas de Oriente, con coreografías de fuego.