Coronavirus Almería

“En los pueblos pequeños esta parada es muy dura para luchar contra la despoblación”

  • La alcaldesa de ohanes, Rafaela Ortega, considera que esta crisis sanitaria “va a ahondar más en las diferencias entre los pueblos de costa y del interior”

  • Han emitido un programa a través de la megafonía para animar a los vecinos

Rafaela Ortega, alcaldesa de Ohanes.

Rafaela Ortega, alcaldesa de Ohanes.

En 2019 se convirtió en la primera regidora de la historia del Ayuntamiento de Ohanes y un año después le ha tocado bregar con la mayor crisis sanitaria en décadas. Una labor, que Rafael Ortega, compagina con su profesión: veterinaria en una clínica de la comarca.

-¿Cómo están viviendo esta crisis sanitaria en Ohanes?

–En general, con mucho miedo. Tenemos una población muy envejecida y si hay un foco de infectados tenemos a muchas personas vulnerables.

–Con los datos de la Junta en la mano, en Ohanes de momento no hay ningún infectado.

–Hasta ahora no hemos tenido ninguno desde el confinamiento y hemos hecho todo lo posible para evitarlo. Mis vecinos se lo han tomado muy en serio y desde el primer momento han salido lo imprescindible. La verdad es que lo están haciendo muy bien.

–¿Les pone nota alta?

–Por supuesto. Siempre hay casos muy concretos de personas que no hay manera de que entiendan qué significa el confinamiento pero son casos muy aislados pero en general, mis paisanos se han comportado muy bien. Mantienen la distancia de seguridad y entran en las tiendas de uno en uno.

-¿Empezaron pronto con las medidas para aislar a la población?

–Sí. Nada más decretarse el estado de alarma, precintamos los parques e instalaciones municipales y desinfectando y eso nos ayudó a que hoy no tengamos ningún caso. Además, me encargué personalmente de llamar una a una a todos mis mayores que están solos para ver cómo estaban y si necesitaban ayuda o tenían familiares o amigos que les podían suministrar comida y medicamentos. También editamos panfletos informativos con todos los teléfonos del ayuntamiento y los servicios que prestamos en el pueblo para informarles y durante varias semanas, tras un arduo trabajo, conseguimos mascarillas quirúrgicas y las repartimos entre todos los vecinos. Hemos estado muy pendientes de las tiendas proporcionándoles geles y mascarillas y también de las personas que salen a trabajar fuera del pueblo y tienen más riesgo.

"He tenido contacto directo con la Guardia Civil porque había mucha gente que venía a su segunda residencia"

–Lo bueno de los pueblos pequeños es que todos se conocen y en caso de un foco es más fácil actuar.

–Sí, se puede aislar antes. No tenemos el problema de las masificaciones porque cuando tú entras y sales de tu casa, tocas tu puerta y no es como un edificio donde hay zonas comunes y el riesgo se multiplica. En los pueblos es más fácil cuando aparece un foco, atacarlo.

-¿Y cuáles son sus ‘armas’?

–En Ohanes tenemos la suerte de que tenemos una potente megafonía en el Ayuntamiento con la que informamos en todo el momento a los vecinos. Gracias a la dinamizadora de Guadalinfo hemos realizado un programa que se llamaba ‘Un día menos’ de 7:30 a 8 de la mañana tres días en semana y que terminó la semana pasada. Allí activamos un número de teléfono para poder enviar mensajes y audios por Whatsapp para pedir canciones, felicitando a sus familiares, mandando mensajes de apoyo. También dábamos recomendaciones para protegerse contra el coronavirus.

–Dentro de lo negativo, este año se han quedado sin tradiciones tan arraigadas como los toros ensogaos por San Marcos.

-Así es. Pero lo celebramos de otra manera. A través del citado programa realizamos una programación especial el día de San Marcos. Mandé un saluda como alcaldesa junto con la colaboración de la Hermandad, las peñas y fue un día muy emotivo. Se adornaron los balcones como si fuera día de fiesta con los pañuelos de San Marcos y se retransmitió la misa también que ofició el cura con dos mayordomos. Y por la tarde, todos los vecinos pusieron música en sus balcones y cada uno la celebró en su casa. Lo vivimos de otra manera pero lo celebramos.

–Quizás esa corriente de generosidad y participación vecinal sea de las pocas cosas positivas de esta pandemia…

-Hay mucho apoyo entre todos por el aislamiento para que nadie se sienta sola. Nuestra asociación de mujeres es muy activa y ha compartido todas sus actividades en vídeo por grupos de Whatsapp para darle esquinazo a la soledad.También la dinamizadora Guadalinfo ha ayudado a los jóvenes que estudian en el instituto de Canjáyar imprimiéndoles los apuntes y las tareas para facilitarles la labor, sobre todo con los que tienen más dificultades para accer a internet.En ese sentido, hemos utilizado dos tablets del ayuntamiento para facilitar a varios niños del colegio poder hacer las tareas. En general, todo el mundo se ha implicado. El monitor de deportes me ha ayudado a repartir mascarillas por ejemplo.

"Hemos celebrado de otra forma los toros ensogaos. Mis vecinos pusieron pañuelos de San Marcos en los balcones"

–¿Han pensado medidas concretas para ayudar a comerciantes y hosteleros?

–Sí. Por ejemplo, las medidas que se están tomando en la comarca donde el Consorcio de gestión de residuos no está cobrando a los autónomos. Directas desde el ayuntamiento no porque somos muy pequeños y dependemos de Diputación que ahora ha puesto en marcha el Plan Almería.En lo que concierne a los impuestos, nosotros tenemos todos al mínimo como el IBI y no podemos reducir más las plusvalías. No podemos cobrar menos.

–¿Cómo ha afectado la crisis en el día a día de Ohanes?

–Cada mes que pasa, la gente reduce muchísimo el gasto y eso se nota. El palo lo hemos tenido también con la gente que ha venido al pueblo a instalarse en su segunda residencia.

–¿Ha habido muchos casos? ¿los han denunciado?

–No podemos evitar que la gente del pueblo que esté fuera se vuelva. Ha habido muchos desplazamientos durante el confinamiento, sobre todo los fines de semana. Principalmente en el residencial que hay junto a la piscina. He tenido que tener un contacto directo con la Guardia Civil pidiéndoles que actuaran porque me llamaban muchos vecinos alertándome de la presencia de gente que no respetaba el confinamiento. Nosotros no tenemos Policía Local y dependíamos de ellos. Estos meses hemos tenido muchas más gente viviendo en el pueblo y eso, como algo positivo, ha beneficiado a las tiendas que estaban abiertas. Pero el problema gordo lo tiene la hostelería. Hasta el momento solo han abierto dos terrazas y el resto están cerrados.

-Esta crisis al final va a ahondar más si cabe en la despoblación.

–La pandemia ha ralentizado muchos proyectos turísticos y de dinamización que teníamos en mente y alguno en marcha y por supuesto, también va a afectar a esa problemática. Va a aumentar aún más las diferencias entre los pueblos de costa y del interior. En los pueblos pequeños esta parada es muy dura para luchar contra la despoblación. Pero la ventaja es que la gente de pueblo se reinventa, pero es muy duro. Sé que vamos a pasar dos años por delante muy complicados. La vida no va a ser igual pese que aquí no estamos tan concentrados y podemos movernos con más libertad.

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