Toros | Feria de Vera

Triple Puerta Grande en Vera

  • De Justo, triunfador de la tarde con tres orejas

  • Morante y Aguado cortaron dos cada uno

  • Cómodo encierro de Zalduendo, con clase pero con poca fuerza; y algo más de media plaza cubierta

Un lance del festejo del sábado en Vera.

Un lance del festejo del sábado en Vera. / Javier Alonso

Quizá el único que no salió contento del festejo taurino de este sábado en Vera, primero de la Feria de San Cleofás, fue el empresario de Retma Taurino. Había confeccionado un excelente cartel con tres importantes figuras y el respetable no respondió como se esperaba. Desconozco la publicidad que se ha dado en Vera y localidades aledañas la Feria taurina pero tal vez habría hecho falta un arreón mayor. Ver tanto cemento en los tendidos de la plaza de una localidad de tanta tradición taurina como Vera entristece. A ver si este domingo, en la tradicional corrida de rejones la afición responde mejor.

Zalduendo tampoco habrá salido disgustado ya que el encierro que envió a Vera estuvo bien presentado, tuvo clase, humilló bien y no incomodó en exceso a sus matadores; con algo más de fuerza habrían estado mejor. Y la terna tampoco tendrá queja: toros comoditos de cabeza, que tomaban bien el engaño, acudían prestos cuando los citaban y repetían... mientras les duraban las fuerzas que, en verdad, no era demasiado tiempo.

Bien en el capote, pero el único puyazo que recibían los dejaba maltrechos y perdían las manos ya en el quite. A la muleta llegaban al límite y los toreros tenían que hacer de sanitarios para que no se les derrumbasen estrepitosamente, con lo mucho que eso enfada a los públicos. Pero bueno, es lo que hay en la mayoría de plazas de España.

¿Merecidas las tres puertas grandes? Hombre, pues teniendo en cuesta que en Vera están en Feria, no vamos a poner al presidente entre la espada y la pared, vamos a comprender que quisiera ir a las casetas sin que lo abuchearan. Quizá generoso en demasía en algun trofeo, pero el público es soberano para conceder la primera oreja y si había pañuelos suficientes...

Morante estuvo muy en su estilo. Suave con el capote, echándolo siempre arriba tras cada pase para que el toro no se cayera y con su elegancia innata. Con la muleta se acercó mucho a los pitones y entre ellos realizó la mayor parte de ambas faenas que fueron muy parecidas. La única diferencia es que a su primero necesitó tres pinchazos y una estocada para pasaportarlo y sólo fue aplaudido; mientras que al cuarto lo liquidó de una estocada fulminante, ganándose por ello las dos orejas.

Emilio de Justo fue el triunfador de la tarde, cortando un total de tres orejas. Dos faenas muy en su estilo, con alegría, con esa comexión con el tendido que tan bien sabe lograr y arriesgando bastante en la cara del toro. Su primero tuvo mucha clase, quizá fuera el mejor de la tarde... pero muy pocas fuerzas; incluso dobló las manos cuando el cacereño lo igualaba. Estocada y dos generosas orejas Su segundo fue grandote, bronco, con poderío quizá el más incómodo del encierro. Lo liquidó de una estocada y dos descabellos lo que le hizo cortar sólo una oreja.

Pablo Aguado estuvo en su línea de toreo alegre, con pases de adorno para rematar las series e incluso echando rodilla a tierra y porfiando ante dos astados que tenían las fuerzas justas. Mató de estocada al tercero (oreja) y también de una estocada al que cerraba plaza aunque el puntillero lo levantó tres veces. Otra oreja.

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