Semana Santa de Almería: miradas de pasión

Semana Santa

Las calles de la provincia ya están preparadas para acoger a los distintos pasos que escenifican la Pasión, Muerte y Resurección de Cristo

La cuadrilla de Angustias, durante unos de los ensayos.
La cuadrilla de Angustias, durante unos de los ensayos. / Rafael González

Ya huele a incienso. Otra vez. Parece que fue ayer la vuelta de la Semana Santa tras la pandemia, pero ha pasado un largo año en el que mundo sigue su normal devenir, con la mirada puestos en estos días de pasión y recogimiento.

Abril arranca este sábado y marca el inicio de la Semana Santa de Almería. Las puertas de los templos se reabrirán para que las distintas hermandades almerienses puedan recrear por las calles de la provincia la Pasión y la Muerte de Jesucristo en la cruz, a manos de los romanos, a la que sucedió su Resurreción. La génesis de la religiosidad popular que hoy invade a toda España y que se convierte en un referente turístico sinigual.

En la capital, donde la Semana Santa se vive con singular fervor, veintidós serán las estaciones de penitencia que los cofrades realizarán por los diferentes barrios, a las que hay que unir el Vía Crucis del Cristo del Escucha, que cuenta con cariño de los almerienses pese a celebrarse en la madrugada del Jueves al Viernes Santo.

Almería se vuelca con sus hermandades. Esta semana no habrá esquina libre, rincón de un bar o silla en la carrera oficial vacío. La ciudad entera se echa a la calle y los vecinos se ven complementados por la multitud de turistas que llegan procedentes de otros puntos de España, además de muchos extranjeros que por estas fechas ya buscan el sol y la playa, y aprovechan las noches para disfrutar de esta expresión artística, cultural y religiosa sinigual por su belleza y su tronío.

Los datos

22 procesiones saldrán a la calle esta semana en la ciudad de Almería, a las que hay que unirles el Vía Crucis del Cristo del Escucha.

76 años Son los que tiene la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Almería, que sufrió una reorganización en 1978.

Detrás de todo lo que se va a vivir estos días, hay mucho trabajo, muchos ensayos, mucha fe, mucha devoción de unos hermandades y unos cofrades que son los que verdaderamente hacen grande a la Semana Santa de Almería. Y todo ello de forma altruista, dedicando muchas horas robadas a la familia para que su estación de penitencia sea mejor año tras año.

Desde que la ceniza se depositara en las frentes de los almerienses, triduos, quinarios, ensayos, pregones, carteles presentados... Toda la parafernalia propia del tiempo de Cuaresma, que ya ha terminado y ha dejado las flores listas para ser pinchadas en los pasos, el incienso listo para ser quemado, los costales lavados para colocarse en los sufridos morrillos de los costaleros, que estos días expondrán toda su potencia física para arrancar las palmas de los espectadores, que se arremolinarán en las calles más castizas de Almería, así como en su Carrera Oficial, que repite recorrido: desde el Paseo hasta la Plaza de la Catedral, pasando por General Tamayo, Gravina, Real y Eduardo Pérez.

Un costalero del Amor se ajusta el costal antes de meterse bajo el paso
Un costalero del Amor se ajusta el costal antes de meterse bajo el paso / Javier Alonso

Y junto a los desfiles procesionales de estos días, hay más tradiciones. Como la repostería propia de Semana Santa, que lleva días copando los diferentes escaparates de las diferentes reposterías de la ciudad. Borrachillos, roscos, leches fritas, torrijas y todo tipo de pastas llenan de un delicioso aroma las casas almerienses estos días, que se permiten algún exceso gastronómicos mientras las hermandades realizan su estación de penitencia.

De la misma manera, los fogones se encienden en la tarde del Jueves Santo para empezar a preparar el potaje de bacalao, que se degusta el Viernes Santo, una vez que se realizan las tradicionales Estaciones por los diferentes templos de la ciudad, que se engalanan para mostrar a la ciudadanía su cara más bella.

La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, manifestó durante la presentación de la Semana Santa que ésta “suma y construye. Y para el Ayuntamiento, apoyar la Semana Santa es cuidar a Almería. Me gusta repetir esa idea, porque creo que es importante dejar claro que no hay movimiento social, deportivo o cultural capaz de movilizar a más almerienses, no sólo en esa semana, sino a lo largo de todo el año, y que sea capaz de generar una dinámica tan positiva para nuestra capital. Por eso debemos seguir apoyándola e impulsándola al máximo de nuestras posibilidades”.

Las claves

Saetas. Se celebrará la XXXVIII Muestra de Saetas de la Peña El Morato, y podrá seguirse en directo la Semana Santa a través de Interalmería TV.

Dispositivos. Habrá un dispositivo especial de la Policía Local para mantener la seguridad, y de Limpieza, y refuerzo de la Oficina de Turismo, con visitas tematizadas.

Vallado. Vallas y zonas de asientos irán forradas en terciopelo burdeos, con cerca de 400 faldones con los escudos del Ayuntamiento y de la Agrupación de Cofradías.

La regidora fue desgranando el programa de la Semana Santa de 2023, que “se ha preparado de un modo minucioso y ya solo nos queda esperar que las calles se llenen de gente deseosa de disfrutar de Almería, que los comercios, bares y restaurantes se llenen y que el tiempo acompañe”.

El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, destacó las emociones que le produjo la primera vez que vio la Semana Santa en Almería, el año pasado. “El hecho de estar en la puerta de la Catedral y ver pasar cada cofradía me llenó el corazón. El corazón en Semana Santa palpita al unísono de los pasos de las hermandades. Me impresionaba ver la emoción de la gente, desde turistas con la mirada clavada en las imágenes, jóvenes a los que se le caían las lágrimas al pasar las imágenes como demostración de su fe… en Semana Santa debemos dejar que el corazón respire y palpite más deprisa alrededor del misterio de Cristo, muerto y resucitado”, comentó el obispo.

Un costalero se enfaja antes de un ensayo con Macarena.
Un costalero se enfaja antes de un ensayo con Macarena. / Rafael González

Procesión Magna: histórica, extraordinaria e inolvidable

El pasado mes de octubre, Almería vivía un sábado histórico. Para conmemorar el aniversario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, se organizaba una Procesión Magna, en la que desfilaron hasta diez procesiones seguidas por las calles de la ciudad, lo que congregó a miles de personas, tantas o más que cualquier día de los grandes de la Semana Santa.

Fue un día histórico, difícilmente olvidable para los amantes del mundillo cofrade almeriense. El ambiente fue espectacular, Almería lució especialmente bella para recibir a los diferentes pasos de sus barrios. Comenzaba la Magna a las cinco menos veinte de la apacible tarde otoñal con la entrada de Cristo en Jerusalén entre palmas y olivos a lomo de una Borriquita en olor de multitudes (primer paso) ¿Qué pasó luego? Pues que la cosa se puso fea y la Santa Cena que realizó con sus apóstoles fue la última de su vida terrenal (2º paso). La Virgen estaba permanentemente junto a su Hijo en estos últimos momentos de su vida, en Unidad con Él (3º paso). Pero la cosa empeoró y Jesús marchó al Huerto de los Olivos a pedir fuerza al Padre ante su inminente Pasión y Muerte: “Padre, aparta de mí este cáliz pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (4º paso). Cristo fue irregularmente juzgado por el Sanedrín quien dictó Sentencia: ‘condenado a muerte’ (5º paso). Y su Madre continuaba junto a Él (6º paso).

A partir de aquí comenzaba la Pasión de Jesucristo (7º paso) Es conducido ante los Sumos Sacerdotes y ante el propio Pilatos quien no veía motivo para tan dura condena; pero la presión del pueblo pudo más que sus escrúpulos morales y se produjo el célebre lavado de manos que fue lo que verdaderamente lo condenó. Tras sufrir los castigos y vejaciones más terribles, Cristo es conducido al Monte Calvario, clavado en la Cruz y la noche del Jueves Santo, entre rayos, truenos y un terremoto, se produce su Muerte (8º paso).

La Virgen continuó al pie de la Cruz con San Juan (“madre, aquí tienes a tu hijo; hijo, aquí tienes a tu Madre”) hasta el mismo instante de la expiración de su Hijo, queda en absoluta Soledad (9º paso). Pero aquí no acababa la historia pues entonces habría sido un simple mortal como nosotros y nuestra fe no tendría sentido: al tercer día se produjo su Resurrección de entre los muertos (10º y último paso).

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