Bajo Palio

De compras por la Fe

  • La Semana Santa supone para muchas familias un importante desembolso para las indumentarias

LA Semana Santa o Semana de Pasión, supone la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret que comienza con el característico Domingo de Ramos, se ha convertido en un fenómeno no solo religioso, sino sociocultural, turístico y económico de importante magnitud. Durante siete días, nuestra provincia y toda Andalucía se transforma en un importe foco de atención para propios y extraños que quieren vivir esa peculiar expresión de religiosidad, de gran riqueza artística, de color, de aromas, de saetas, de tambores, de cornetas…

En tiempos remotos, este comercio se reducía a las indumentarias y enseres propios de cada Hermandad, no por ello más económico, pues su confección parcialmente artesanal ya llevaba implícito un coste que muchos no se podían permitir. Artículos de coleccionistas como bibliografías o discografías, estatuas, estampas y fotografías del Cristo o la Virgen, llaveros y muchos más productos de la misma naturaleza, formaban parte de una actividad económica dirigida en gran parte a sufragar las actividades de carácter social y asistencial de las Hermandades y Cofradías que participan en este acto. Hoy en día, no únicamente los Consejos de Hermandades se ven beneficiados por esta celebración anual de la Pasión y Muerte de Cristo; otros muchos se han apuntado a las potencialidades de un mercado que no ha dejado de crecer en los últimos años al movilizar en su entorno importantísimos volúmenes de recursos económicos. Un inmenso mercado cofrade que no sólo se ha extendido a muchos pequeños comercios, sino que ha llegado también hasta el mundo virtual del comercio electrónico. El avance tecnológico ha favorecido el consumo de estos bienes, no sólo durante la temporada de la celebración, sino que ha generado una oferta y demanda constantes, a lo largo de todo el año. No obstante, este no es el único ámbito al que ha llegado este fenómeno sociocultural. La motivación por generar conocimientos de este acontecimiento religioso, ha llevado a muchos escritores, por ejemplo, a publicar libros, cómics e incluso cuadernillos de dibujos para los más pequeños. Desde la realidad hasta la ficción, la Semana Santa se ha transformado en todo un acontecimiento novedoso y continuamente explotado desde diversos ámbitos y espacios, desde inocentes cuadernillos para dibujar, hasta interesantes foros cofrades en el que los usuarios pueden crear y dirigir su propia Hermandad.

Surge con fuerza todo un fenómeno económico y de mercado que a veces llega incluso a entrar en confrontación con los intereses de las propias Hermandades y Cofradías, que llegan a verse directamente perjudicadas por un negocio abierto a productores y demandantes de todo tipo de bienes, productos y servicios. Así, la comercialización de imágenes, símbolos y demás productos relacionados con las Hermandades y Cofradías ha suscitado que algunas corporaciones lleguen a registrar la propiedad intelectual y mercantil de sus símbolos de identidad, no únicamente para preservarlos de actividades económicas interesadas, sino además también para protegerles de manera legal de determinados ataques que puedan dar una imagen equivocada de lo "semanasantero".

El informe trata el precio de la indumentaria y la cuota de inscripción del penitente o nazareno como desembolso importante dentro de la Semana Santa.

La incorporación de hermanos en las Cofradías pasa por un proceso de admisión valorado por la propia organización cofrade. En primera instancia, y a excepción de algunas Hermandades, el procedimiento común en la comunidad andaluza comienza por rellenar una inscripción previa junto a la realización del pago correspondiente de la cuota de inscripción, que torna entre los 15 y los 60 euros (dependiendo de la Hermandad) a modo de "donativo". Estas cuotas de inscripción suelen ser anuales, semestrales o mensuales dependiendo de las facilidades que proporcione la Hermandad. Una vez entregada la solicitud de admisión, el Consejo de la Hermandad valora que el demandante cumple los requisitos estimados. Tras estos dos pasos, se envía un comunicado a los aspirantes, junto a una citación para la charla formativa y el Juramento. Además de ello, los hermanos han de abonar la limosna o cuota de la papeleta de sitio que fluctúa entre los 6 y los 300 euros, sujeta a la función que desempeñe en la cofradía.

Finalizado este procedimiento habitual, la adquisición del hábito penitencial corre a cargo de los participantes. Son ellos los que deben proveerse a sí mismos de la indumentaria y enseres propios de la Hermandad en la que participen, a excepción de algunos casos en los que la misma pone a disposición de los hermanos que lo deseen, hábitos financiados mediante un alquiler.

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