Sociedad

Día Internacional de la Epilepsia: causas, síntomas y tratamiento

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central mediante el cual la actividad cerebral se ve alterada.

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central mediante el cual la actividad cerebral se ve alterada.

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central mediante el cual la actividad cerebral se ve alterada. Debido a esto, nuestro cuerpo reacciona mediante convulsiones y en numerosas ocasiones en pérdida de la consciencia, acompañado asimismo de sensaciones inusuales. La epilepsia afecta a los dos géneros por igual, tanto a hombres como a mujeres, y no existe un patrón en base a razas o edades, puede darse en cualquier tipo de persona.

Cada segundo lunes de febrero tiene lugar el Día Mundial de la Epilepsia para concienciar a las personas sobre esta patología a nivel neuronal y educarlas en una enfermedad que afecta a casi 65 millones de personas en todo el mundo. De hecho, se estima que en España este trastorno afecta a casi 100.000 niños en su variedad de epilepsia infantil; de los cuales, según la información procedente del Ministerio de Sanidad, hasta 25.000 tendrán que convivir con esta enfermedad el resto de sus vidas.

Causas y síntomas de la epilepsia

La epilepsia cuenta con unos síntomas que pueden variar en función del paciente. Los más comunes son las convulsiones pero estas también pueden variar según la persona. En algunas, simplemente se presentan en forma de mirada fija durante la convulsión durante apenas unos segundos; en otras las piernas o brazos se mueven de manera constante. Sin embargo, cabe aclarar que tener una convulsión no se traduce en tener epilepsia. Para contar con este diagnóstico deben haberse producido al menos dos de estos ataques y no contar con un desencadenante diagnosticado, además de haber transcurrido más de 24 horas entre ambas.

El origen de la epilepsia se encuentra en el cerebro y cuenta con más síntomas además de las convulsiones, entre los que se encuentran la confusión, episodios de ausencias, rigidez muscular, movimientos de brazos y piernas incontrolables, miedo, ansiedad o pérdida del conocimiento. De manera general, los síntomas varían en función del tipo de convulsión, al igual que siguen un patrón de repetición de manera similar entre un episodio y otro, siendo del mismo tipo en cada convulsión. 

Estos tipos de crisis epilépticas pueden ser de dos tipos: focales o generalizadas. Las primeras se definen como las crisis que parten de una actividad anormal en una sola parte del cerebro. Las generalizadas hacen referencia a aquellas que se producen en toda el área cerebral. 

Por otro lado, las causas que producen este trastorno neurológico son muy variadas. Van desde una simple afección de la salud hasta una lesión que haya afectado a la zona cerebral, así como por genética o causas desconocidas. Las más comunes se encuentran en los accidentes cerebrovasculares, la demencia, las infecciones o los problemas cerebrales en el nacimiento. Para controlar las convulsiones la mayor parte de las personas que padecen epilepsia cuentan con tratamiento con medicamentos, e incluso en algunos casos con cirugía. También existen determinados casos en los que las convulsiones con el tiempo. 

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