UD Almería

JM Gutiérrez, a rebufo de los acontecimientos

  • Tras las absurdas declaraciones del técnico en Soria, se podría deducir que algo extraño aconteció el viernes tras visionar, repetidamente y con atención, varias acciones del partido

Gutiérrez da órdenes desde el banquillo el viernes.

Gutiérrez da órdenes desde el banquillo el viernes.

Al grano. ¿Está la plantilla de la UDA en sintonía con su entrenador? Después de las absurdas declaraciones del todavía técnico rojiblanco en Soria, que por su disonancia fueron difíciles de asimilar, se podría deducir que algo extraño aconteció en la noche del viernes tras visionar, repetidamente y con atención, varias acciones del partido. Me recordó el choque a uno de los que se juegan al final de cada temporada cuando alguno de los contendientes ya no se juega nada y el otro, el descenso o el ascenso. La UDA con desidia, incluso haciendo por no acertar, y el Racing, con sus limitaciones, aprovechando la coyuntura. No se me borra de la mente cuando a falta de tres minutos los rojiblancos se pasaban el balón con total tranquilidad en su propio campo, en vez de quemar las naves a la desesperada. Son ya demasiados los partidos visionados en idéntica tesitura, como para no reconocer ciertas actitudes por muy bien disimuladas que estén. Que conste que no es una aseveración, es una apreciación.

Luego vino la incoherente rueda de prensa de JM Gutiérrez en la que alabó a sus jugadores por su entrega en comparación con el encuentro de Los Pajaritos. ¿A quién pretende engañar el técnico de la UDA? Ya van quedando pocos tontos entre los aficionados al fútbol. En Soria los rojiblancos completaron un buen partido ante un rival que en su estadio solo había encajado siete tantos. Se luchó, se generaron varias ocasiones y se pudo ganar incluso después del soplido de Costas sobre Higinio. Míster, si estuviste desafortunado por las declaraciones efectuadas en Soria, no valió con intentar enmendar la plana haciendo el ridículo en sala de prensa tras el choque ante el Racing. Pasaste de cometer un error a incurrir en otro, aun más escandaloso. No quedó ahí la cosa, JM Gutiérrez habló de bisoñez y de presión por ganar (inaudito), cuando hace pocas semanas comentaba que a Darwin se le paga por realizar su trabajo goleador, sin mentar su juventud. O sea, un técnico convertido en un veleta en toda regla, a rebufo, como si fuese un político instalado en el Palacio de la Moncloa. Ni que los aficionados fuésemos marionetas dirigidas. Bueno, alguno puede haber.

Desde estas líneas se han alabado los aciertos tácticos (que los ha habido) y las declaraciones más coherentes de JM Gutiérrez, y se seguirá haciendo mientras sus decisiones sean exitosas, siempre desde mi más absoluta independencia. Veremos qué ocurre en las próximas horas, días o jornadas, pero si se ha perdido la conexión entre el técnico y la plantilla habría que actuar rápidamente por el bien de una entidad que apunta alto desde la afortunada llegada de la nueva propiedad. Soy almeriense hasta la médula y amo a la UDA, sin obviar la crítica más rigurosa pero a la vez constructiva en pos de cortar cualquier mala hierba. Si por el contrario la pantomima de partido del pasado viernes fue solo un momentáneo desencuentro entre el técnico (últimamente desnortado) y la plantilla, ojalá que las aguas vuelvan a su cauce porque hay mimbres de sobra para ascender de forma directa.

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