UD Almería I CD Lugo I La previa

Corpas cambia la velocidad del Almería (4-1)

  • Los tres puntos que necesitaba el Almería se quedaron en el Mediterráneo, que deben de ser la base de la recuperación del juego sólido que necesita un equipo que aspira a estar arriba

  • Arcediano Monescillo tuvo su cuota de protagonismo/polémica, que no esconde que los rojiblancos siguen con grandes carencias a la hora de defender las acciones rivales

  • Rueda de prensa y protagonistas

Corpas y Balliu, cabeza con cabeza, celebran el 4-1.

Corpas y Balliu, cabeza con cabeza, celebran el 4-1. / Javier Alonso

Sábado comienzo de puente, al Almería le tocaba hacer borrón y cuenta nueva después de los fallos ante Leganés y Mallorca. Era ganar o ganar al Lugo, lo había asegurado el míster en la rueda de prensa. Los tres puntos, de hecho, podían reparar parte de lo perdido, puesto que precisamente el cuadro pepinero había caído en Cartagonova y se podía abrir una pequeña brecha nuevamente con el cuarto puesto. Queda mucho, es cierto, pero era necesario cambiar la tendencia de juego de las últimas jornadas y recuperar sensaciones.

Gomes tiene claro que va a ir hasta el final con sus ideas y apostó nuevamente por un once diferente al que todo el mundo preveía. Pese a que el calendario se ha desapretado, el míster introdujo variantes ofensivas para tener más juego interior y tratar de sufrir menos que en las últimas jornadas. Los rojiblancos necesitaban como el comer un partido completo, vencer y convencer para que el nerviosismo pasara de largo. El partido ante el Lugo parecía ideal, pero ahora mismo el Almería es su propio rival. 

Mejor no pudo comenzar la cosa. Con potra, eso sí. El planteamiento retrasado del Lugo permitía a los rojiblancos tener el balón cerca del área de Cantero y en la primera que se encontraron Sadiq y Lazo, pared y el africano que es trabado dentro del área. Penalti que se pide el propio africano. No es su fuerte chutar desde los once metros, aunque hasta el momento los había convertido todos. Éste no lo marcó de primeras, lo tiró horrible y Cantero despejó. Pero el rechace, tras rebotar en los jugadores lucenses que habían entrado en el área, se volvió a posar ante los pies de Sadiq, que lo introdujo con su zurda.

Cantero detiene el penalti, que tras rechace caería nuevamente a los pies de Sadiq. Cantero detiene el penalti, que tras rechace caería nuevamente a los pies de Sadiq.

Cantero detiene el penalti, que tras rechace caería nuevamente a los pies de Sadiq. / Javier Alonso

Vuelve la polémica arbitral

Estaba a gusto el Almería, no sólo mandaba en el marcador, sino que era el partido suyo. Es más, el segundo estuvo cerca, pero iban a llegar dos acciones de ésas que te obligan a malpensar. Le faltaba al equipo que Arcediano Monescillo avivara la polémica arbitral. Primero con un penalti claro señalado sobre Aketxe e invalidado tras ver el VAR por un pisotón de Sadiq a Canella previo. Sí, hubo pisotón en una carrera entre ambos, en la que el defensa va al suelo y al desequilibrar al ariete, lo pisa mientras miraba el balón. Totalmente involuntario. De hecho, el defensor hizo el ademán de levantarse dos o tres veces, pero no lo hizo porque el balón estaba en su área, lo que iba a desembocar en la zancadilla a Aketxe. Otra más y en ese momento iban tres seguidas. Gomes no iba a decir nada en rueda de prensa, pero no es justo el rasero con el que se está tratando a su equipo.

Arcediano Monescillo señala el penalti a favor del Lugo tras consultar el VAR. Arcediano Monescillo señala el penalti a favor del Lugo tras consultar el VAR.

Arcediano Monescillo señala el penalti a favor del Lugo tras consultar el VAR. / Javier Alonso

Y lo que le faltaba llegaría al final de la primera parte. De nuevo Arcediano Monescillo al VAR, ahora para observar una mano de Ivanildo en su área, tras remate de cabeza de Manu Barreiro. Si esa mano y la de Maras en Son Moix daban para penalti, la de un defensor con el Mallorca al final del partido, también y no se pitó. 1-1 a las puertas del descanso con más protagonismo del árbitro que de los veintidós protagonistas del balón. Cuando cada acción donde hay un mínimo de dudas cae a favor del equipo rival, da rabia.

Donde sí se puede y debe de hacer más es sobre el césped. No puede el Almería seguir encajando goles, no puede mostrarse tan frágil, sobre todo ante un rival tan limitado como el Lugo, que parecía pedir permiso cada vez que se acercaba. Y sólo lo hacía con balones colgados. Los de Gomes han perdido su fiabilidad, no son un equipo seguro y con lo que están mostrando no les va a dar para ascender. Toda la calidad que hay arriba se desaprovecha cuando tiran de la manta defensiva. Tocaba hacer más goles ante el equipo lucense, que podía ser, pero no debía de haber sido.

Balliu vio una amarilla absurda con 4-1 que le impedirá estar en Gerona y Akieme se retiró con molestias físicas

Fue. No tuvo que esforzarse mucho el equipo indálico en hacer el segundo, que es lo que más rabia da, que no sea capaz de sacarle más partido a sus puntos fuertes. En cuanto el Almeria aprieta, somete y la mayoría de veces encuentra el camino del gol. Buen desmarque de Akieme, balón a la frontal del área para que Lazo fusile. 2-1 nada más arranca la segunda parte. ¿Cuántos goles más harían falta para asegurar que los puntos se quedaran en casa?

Corpas pone la sentencia

Pinta tenía. El Almería volvió a temblar, a no saber cómo enfocar un partido con ventaja. Se echó atrás, se desordenó, regaló el control. Campabadal y Ramos tuvieron el empate con dos disparos desde dentro del área. Mucho quedaba como para renunciar al balón de manera tan flagrante. Le iba a salir bien la jugada a los de Gomes a la contra, pero el problema indálico del manejo del partido sigue ahí.

Corpas, que vive en su salsa este tipo de partidos, le aportó al Almería la paciencia y manejo de las contras que necesitaba. El 3-1 lo puso con un zurdado, tras gran asistencia interior a Sadiq, que disparó al palo. Cinco minutos después, el capitán hacía el 4-1 con una muy buena contra ya con el Lugo entregado, ahora sí tras un gran pase en profundidad del pichichi indálico. Visto para sentencias, con apuros, pero se hizo bueno el mensaje del míster de ganar y no hablar.

Lazo celebra el 2-1. Lazo celebra el 2-1.

Lazo celebra el 2-1. / Javier Alonso

Los tres puntos, muy necesarios, no pueden ocultar que al Almería le sigue faltando fútbol. Gomes había dado en la tecla cuando afirmaba que el equipo no tiene la filosofía de juego de su mejor momento de la temporada y esta victoria debe de servir para tranquilizar las aguas, dejar de lado los arbitrajes y centrarse en las quince jornadas que quedan. Y, eso sí, hacerlo con la fe y el entusiasmo de Corpas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios