Fuenlabrada CF-UD Almería I La crónica

Una 'X' fija en la quiniela (1-1)

  • Tercera visita al Fernando Torres saldada con empate en el típico partido de equipo local intenso y visitante que se estrella con un muro hasta que encuentra una grieta

  • Los cambios mejoran al Almería en la segunda parte, sobre todo con la movilidad de Arnau y las muchas ganas que en cada oportunidad pone Villar 

  • Vïdeo del Fuenlabrada 1-1 Almería

Portillo, que filtró el pase del gol, perseguido por Mbia.

Portillo, que filtró el pase del gol, perseguido por Mbia. / LaLiga

Volvía a rodar el balón para el Almería. Con poco descanso entre Liga y Copa, y lo que queda de 2021 va a ser así. Los rojiblancos volvían a un estadio que no se da especialmente bien como es el Fernando Torres de Fuenlabrada para tratar de mantener su distancia con los perseguidores y con la intención de seguir haciendo historia. Tres victorias, nueve puntos para alcanzar los 50 y ser el primer equipo que lo consigue para finalizar la primera vuelta.

El primer paso había que darlo en un estadio en el que sólo había empatado hasta ahora. El Fuenlabrada había llevado al límite al Almería de Guti y al de José Gomes, y ahora quería hacer lo mismo ante el Almería de Rubi, el Almería líder. Para defender su puesto de privilegio y tratar de meterle mano a un rival más irregular que en años anteriores, los indálicos salieron con un once reconocible. Sólo Ramazani, ya recuperado y con ritmo, y Curro entraban entre los titulares.

José Luis Oltra, extécnico rojiblanco, había pedido en la previa a sus jugadores plantearle un partido incómodo a los indálicos y así se vio durante los primeros minutos. Mucha presión, mucho juego interrumpido y poca circulación. Le estaba costando a los almerienses entrar en el duelo, Sadiq no encontraba su sitio y el Fuenlabrada estaba aprovechando el momento para generar peligro, sobre todo por la banda de Pedro León.

A los 20 minutos, en un balón bien peleado por el pichichi rojiblanco, le ganó la partida a Diéguez, pero se escoró mucho y Altube consiguió achicarle los espacios. Primera llegada, la segunda acababa con un remate al palo del propio Sadiq tras un gran pase en una contra de Ramazani. Parecía que comenzaba a entrar en calor el Almería, pero debía de andarse con cuidado porque la presión en la zona del centro del campo estaba haciendo daño, una pérdida de Samú Costa acabó con una gran galopada de Cristóbal que a punto estuvo de significar un disgusto.

Gol anulado a Sadiq

A la tercera parecía que llegaba la vencida para Sadiq, que batía a Altube después de una gran pase interior. Sin embargo, banderín al cielo madrileño, estaba en claro fuera de juego. Le sobró un paso al nigeriano en su espera al pase de Portillo. Una pena porque el partido estaba demasiado igualado, muy disputado y pintaba a pocos goles. Al descanso, máxima igualdad que beneficiaba a los de Oltra en su afán contragolpeador.

De la Hoz golpea a Salvador en una jugada fortuita. De la Hoz golpea a Salvador en una jugada fortuita.

De la Hoz golpea a Salvador en una jugada fortuita. / LaLiga

El comienzo de la segunda parte fue desastroso. El Almería debió de quedarse congelado en el vestuario porque saltó frío, descentrado y sin mordiente. El Fuenlabrada lo notó y le bastó morder para encontrar grietas en la defensa almeriense. Zozulia iba a castigar el pasotismo de los de Rubi con un gran cabezazo en plancha. Sin ser mejor ni llevar el peso del partido, a los locales les bastó la intensidad para ponerse en franquicia. Y los minutos posteriores no iban a ser muy diferentes.

Arnau revoluciona

Rubi introdujo cambios, trató de vitalizar a un equipo al que le faltaba sangre. Arnau, en su primera intervención, hizo más que un Ramazani desaparecido. El joven catalán tuvo el empate, pero cruzó demasiado en el mano a mano. Mejoró tácticamente el equipo y el Fuenlabrada tuvo que dar un paso atrás. Portillo se puso al mando de la medular y la movilidad de los hombres de arriba hizo tambalearse a la defensa azulona. Así, un gran pase interior del malagueño, sirvió para que el desmarque de Arnau se convirtiera en el prólogo del pase de la muerte a Juan Villar. El onubense lo celebró con rabia, las lesiones sólo le dejan jugar a cuentagotas, pero cuando lo hace, aporta.

Con el 1-1 y el momento del partido en el que se encontraba, el Almería se fue a por la victoria. No se conformaba con el punto como cada año, sino que quería los tres y eso aunque fuese un rival de la parte baja de la tabla, tenía su peligro. Aún así, Rubi lo asumió y metió toda la artillería. El marcador ya no se iba a mover, los rojiblancos se equivocaron de camino, quisieron percutir siempre por dentro y el Fuenlabrada ofrecía las bandas. Cabezazos contra una pared, la X en la quiniela de cada año.

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