UD Almería

La primera gran batalla en el horizonte para el Almería

  • Las visitas a El Toralín están llenas de tensión en las últimos campañas

  • La Ponferradina dejó sin opciones de ascenso directo los dos primeros proyectos de Turki

  • Vídeo resumen Almería 2-0 Málaga

Yuri, bestia negra rojiblanca, celebra el 2-1 en la 2019-20.

Yuri, bestia negra rojiblanca, celebra el 2-1 en la 2019-20. / LaLiga

Pocos estadios hay en Segunda División en los que el Almería sufra más que en El Toralín. De un tiempo a esta tarde, cada visita a El Bierzo es como ir al dentista. La Ponferradina ha sido la encargada los dos últimos años de sellar el certificado de ‘no ascenso directo’ para el Almería, ha sido el equipo que le mostró a los rojiblancos que la Primera División todavía no era para ellos.

Temporadas diferentes, mismo resultado; protagonistas diferentes sobre el césped y en el banquillo, mismo tipo de partido. 2-1 en la 2019-20 (al poco de regresar el campeonato tras el confinamiento), 2-1 en marzo del año pasado. Tensión, disputa, intensidad... Fútbol al límite, en el que se manejaban mejor los bercianos, guiados por un Yuri que se inspira cada vez que juega ante los rojiblancos. Lleva cinco goles ante el Almería desde que les marcara el primero en 2012, pero es que además saca de quicio con falicidad a los defensores rojiblancos.

Justo el punto débil del Almería de Rubi, que han sabido explotar en las últimas jornadas tanto el Amorebieta como el Málaga, aunque el resultado y las sensaciones de ambos partidos han sido bien diferentes. La presión adelantada de los atacantes rivales es algo con lo que está sufriendo mucho el Almería. Las pérdidas costaron goles y una expulsión en Lezama, y el pasado sábado una segunda expulsión. Ese tipo de fútbol de presión asfixiante y de no permitir a los centrocampistas darse la vuelta es el que se practica en El Toralín, donde Yuri es un incordio tanto por sus buenos movimientos como por ser el primero en entorpecer la salida del balón de los centrales.

Para este choque, Rubi tendrá que modificar obligatoriamente su pareja de centrales por la expulsión de Iván Martos. Lo normal es que Babic o Carriço, si no los dos, empiecen a tener oportunidades y poco a poco vayan dotando a la defensa de la contundencia que le está faltando. Chumi sí que estuvo más certero frente al Málaga y puede conservar su puesto, ya que a Rubi le gusta su manera de sacar el balón desde atrás.

Lo que está claro es que en la primera de las dos salidas consecutivas que tienen los rojiblancos (la sexta jornada es en Santo Domingo ante el Alcorcón), la intensidad debe de ser la misma mostrada ante el Málaga. Cualquier fallo de concentración o lapsus mental como en Lezama, la Ponferradina lo suele castigar. Y hoy por hoy, los bercianos anteceden a los rojiblancos en la tabla clasificatoria.

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