El Centro de Arte La Fuente de Mojácar acoge estos días una exposición de cuadros de la arquitecta de interiores Antonia García Amat. Una colección de 29 piezas con la que la artista expresa emociones que están representadas a través de composiciones visuales, configurando así un conjunto de expresiones plásticas “que pretenden comunicar una mirada subjetiva”. Una obra intimista, donde aparecen títulos como ‘El recuerdo’, ‘Agua de verano’, ‘Ocaso’ o ‘África’.

A través de un largo recorrido en la arquitectura de interiores, la artista pretende compartir experiencias realizando pequeños detalles proyectuales capaces de dar la respuesta estética, creativa, autentica y cercana a cualquier espacio; ya sea de hábitat, trabajo, restauración o comercio. “La idea es que transmitan emoción, calidad y elegancia. Sobre todo, de establecer confort visual”, explica García Amat.

Antonia García Amat

Lo expresa a través de las formas, las imágenes, el color, las texturas virtuales... “Es una realización artesano/artífice de diseño donde se aúnan dos modos de ejecución: mano y máquina. A través de los “pixeles” se emplea agua, pigmentos, pinceles, espátulas.... tal y como se dispondría el trabajo en un estudio artístico”, cuenta. Yes que las obras están todas diseñadas con ordenador, mediante pantalla gráfica sobre la que dibuja y una tableta gráfica de apoyo.

“La mano se emplea a través de utensilios informatizados que transmiten los mismos gestos de trabajo en las distintas técnicas; con la premisa de necesitar conocimiento de ambas técnicas y proceso de investigación para fusionar ambas”, explica.

García Amat, además de su labor arquitectónica, siempre ha tenido otras muchos inquietudes artísticas. Ha recibido premios por el diseño de joyas inspiradas en los ídolos de Almizaraque o por un proyecto de embellecimiento del casco antiguo de Almería, entre otras actividades.

La muestra ‘Agartha’ se puede visitar en Mojácar desde el pasado viernes hasta el 28 de julio.