Segundo año sin procesiones ni romerías de la Virgen del Carmen en Almería; pero al menos este 2021 han podido celebrarse con solemnidad y brillantez los cultos internos en los templos de San Sebastián, San Roque, El Alquián y San Pío X. Éste último acoge a la Virgen del Carmen, una de los Titulares de la cofradía del Gran Poder. Desde el pasado miércoles ha venido predicando el solemne Triduo, Francisco Ruiz Fornieles, párroco de San Pío X y consiliario de la Hermandad. El día grande de la celebración fue ayer, festividad litúrgica carmelitana. Desde la medianoche se desarrolló la tradicional ‘Velá’, en la que participaron decenas de vecinos y cofrades, para quedar posteriormente expuesta la Imagen toda la tarde en el templo en Solemne Función. Desfilaron ante Ella centenares de fieles y devotos carmelitanos.

Pero sin duda, el acto más esperado fue la VIII Exaltación Mariana, que corrió a cargo de la cofrade y costalera Esther Fernández Allés, acompañada por la banda de música ‘Los Iris’, de Instinción. Fue presentada por su compañero en lides costaleras Luis Corpas, a quien agradeció sus afectuosas palabras. Recordó de inicio a sus dos abuelas, quienes la instruyeron en su fe mariana y pasó a recordar la letra de la Salve Marinera. Pasó luego a revivir “este año tan difícil que hemos vivido, en el que nos hemos aferrado a la fe, en el que muchos han perdido a sus seres queridos, quiero hacer mención especial a todos mis compañeros del hospital. Hemos rezado, hemos llorado, hemos sentido impotencia y a veces, Madre, te digo mirándote a tus ojos misericordiosos, que hasta hemos flaqueado en nuestra fe al no saber qué nos depararía el siguiente día”.

Fieles y devotos acompañaron a su Patrona en el día de su onomástica en San Pío X.

Pero amanecía un nuevo día y “ahí aparecías entre la oscuridad, con tu divino manto y el Niño en brazos, con tu semblante regio, sereno, con tu mirada dulce, cálida, que solo los que tenemos el privilegio de verla de cerca sabemos lo que nos transmites desde tu corazón”. Tras recordar la fe y devoción que despierta cuando procesiona cada año este día por el barrio del Zapillo, concluyó con un poema de Serrat a Ella dedicado.