Vélez Blanco

Un día anclados en el Renacimiento

  • Los vecinos de Vélez Blanco, junto a sus hermanados de Padules, celebraron un desfile vestidos de época por las calles del pueblo

  • Por la noche, se degustó una cena donde comieron con las manos

Un día anclados en el Renacimiento.

Un día anclados en el Renacimiento. / Ricardo García (Vélez Blanco)

Mientras danzan bailes renacentistas, otros aprenden para sumarse y dar un paso más en su aprendizaje de esta época. El hermanamiento con Padules les ha servido a los vecinos de Vélez Blanco a crecer en su día del Renacimiento y juntos demostraron que este evento cada año se convierto en un indispensable de la comarca de Los Vélez.

Este año el recorrido cambió. La salida fue desde la puerta del Convento de San Luis, donde en su atrio ultimaban los preparativos de la cena renacentista. Capitaneaba la comitiva un jinete y seguidamente el grupo Anónimo IV, que puso todo la música durante todo el recorrido y el posterior banquete.

Tras ellos, con sus picas, estaba una pequeña parte de los vecinos de Padules que quisieron juntarse con sus hermanos. Incluso el alcalde de este municipio, Antonio Gutiérrez, cumplió con su papel durante las exhibiciones que realizaron frente a la Iglesia Parroquial de Santiago.

Un brindis por el Renacimiento. Un brindis por el Renacimiento.

Un brindis por el Renacimiento. / Ricardo García (Vélez Blanco)

En la comitiva del desfile tampoco faltó los tradicionales vecinos de Vélez Blanco, que años tras año han encarnado al Marqués de Los Vélez, a Isabel la Católica y a otros personajes que han conformado parte de la historia del municipio.

Mientras desfilaban muchos de los presentes grababan o hacían algunas fotografías para contar con un buen recuerdo del momento. Al llegar a la Iglesia, los vecinos de Padules bailaron unas danzas renacentistas, para que posteriormente, eligiendo la más sencilla, se sumaron los renacentistas de Vélez Blanco y así hacerla todos juntos.

Al acabar, siguieron unos metros más el desfile para darse la vuelta y otra vez en la Iglesia los vecinos de Padules ejecutaron una exhibición de picas comandados por el alcalde. Una demostración que gustó mucho al público y que serviría para concluir el desfile.

Ya por la noche, Anónimo IV siguió ambientando la cita en la Cena Renacentista donde los vecinos tuvieron que comer con las manos las distintas carnes, cogollos de lechuga y dulces, para así imaginarse como hubiera sido en esa época. Muchos de los presentes se enfundaron sus trajes del Renacimiento pasa así meterse más en el papel y vivirlo en primera persona.

Además de la música, este año, un escupefuegos se paseó por el banquete para acalorar el ambiente, que precisamente no estaba siendo caluroso por la climatología nocturna velezana. Un año más, desde el municipio se está asentando una tradición que se está convirtiendo en uno de los días grandes del pueblo.

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