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“Si mi hija hubiera nacido en Cataluña, tendría acceso a una mano biónica”

“Si mi hija hubiera nacido en Cataluña, tendría acceso a una mano biónica”

Cuando unos padres deciden luchar para darle lo mejor a sus hijos, no hay nada que les frene. En este caso, el principal obstáculo es el sistema o lo que es lo mismo, las administraciones. Antonio López y Raquel Pérez tienen a una hija llamada Carmela, con 19 meses, y que nació sin mano en su brazo derecho. Tras la noticia publicada en Diario de Almería, se han puesto en contacto con ella la ONG Ayúdame 3D, que elabora brazos impresos, aunque por las características de la pequeña es posible que no le sirva.

Concretamente, Carmela no tiene operación porque no tiene nada más allá de su muñeca, no hay principio de cartílago ni de hueso, por lo que necesita que la mano “lleve sensores, porque ella no podría articularla con una realizada en 3D porque tampoco tendría dónde engancharla. Ese es el problema que creo que hay. Las mutuas sí cubren las manos biónicas”.

Aunque no sabe si le será útil, Raquel Pérez ha decidido seguir con el proceso por si hubiera alguna oportunidad: “Ellos se habían enterado por Twitter, pero me han pedido fotografías y un vídeo de la niña”.

Raquel Pérez tiene una tienda de moda flamenca en Garrucha con el nombre de sus dos hijas: María Carmela Moda Flamenca. La situación de la pandemia de la COVID-19 también le ha afectado y actualmente tiene su establecimiento cerrado por la supresión de todas las fiestas. “Ahora tengo más tiempo y no me voy a estar quieta. Han dado con hueso duro. Lucho por mi hija y pretendo abrir camino para los niños que tienen cualquier problema de salud, sea como el que tiene mi hija u otro”.

La madre critica cómo se desarrolla los sistemas sanitarios en España: Hay muchas desigualdades entre comunidad. Lo que tenemos que hacer es ayudar a los niños y no poner esas trabas que tenemos los padres. Si tiene un traumatólogo es porque yo lo he pedido, no porque haya un protocolo. Si mi hija hubiera nacido en Cataluña, tendría acceso a una mano biónica. Unos niños no son más que otros”.

Pérez apunta que no se pueden trasladar a Cataluña porque “es un proceso largo. A mi hija le tienen que cambiar la prótesis conforme vaya creciendo y no podemos estar 20 años empadronados en Barcelona porque, tanto mi marido como yo, tenemos los negocios aquí. Es inviable”.

Uno de los momentos más especiales de la semana es cuando Carmela se encuentra con su fisioterapeuta, Ángela Martínez, de la FAAM (Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad): “Me ha dicho que va a trabajar con Carmela y hacer los cursos que tenga que hacer para ayudarla”.

La madre asegura que ha tenido contacto con el delegado de Salud de la Junta de Andalucía, Juan de la Cruz, para informarle de la situación de Carmela. “Me han dicho que está todo parado por la pandemia. Entiendo que la COVID-19 avanza, pero mi hija también crece”.

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