La Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI) ha exhibido innovación por los cuatro costados en esta edición de Fruit Attraction. Empezando por su novedoso estand, inspirado en el museo Guggenheim de Nueva York (Estados Unidos), que con 128 metros cuadrados contaba con una terraza que ha sido uno de los lugares privilegiados de esta feria, por la panorámica que ofrecía del pabellón 6, donde estaba ubicado, además de que contaba con una pantalla que he proyectado tanto imágenes de su historia, como de la totalidad de sus productos, dado que el nuevo portfolio de variedades ha crecido considerablemente en las últimas campañas.

Precisamente esta apuesta por el incremento de nuevas variedades de tomate responde al objetivo de reducir la dependencia a la hora de comercializar y poder adentrarse también en nuevos mercados y conseugir otros clientes.

De esta forma, la entidad que preside Miguel Vargas, que solapaba reunión tras reunión en el expositor de la cooperativa, ha apostado por incrementar la superficie de cultivo de algunas de las nuevas variedades en las que lleva trabajando apenas unos años.

Por una parte, el tomate rosa, que había supuesto poco volumen de producción en estos últimos años, ha pasado a contar con 58 hectáreas de cultivo, con un volumen de producción de alrededor de seis millones de kilos, una variedad que comenzó a venderse en Polonia y que ha continuado en otros países del este de Europa.

Algo similar ocurre con el tomate cherry amarillo, al que se dedicaron algo más de tres hectáreas en la campaña pasada y para la actual hay una previsión de rondar las cinco o seis hectáreas.

También el tomate cherry crece, pues el ejercicio agrícola pasado contó con 70 hectáreas de superficie y para la actual campaña se van a sembrar cerca de 90 hectáreas.

A ello se añade el calabacín, un cultivo que pasará de las 28 hectáreas de la cosecha de 2015-2016 a las 48 hectáreas previstas para el año en curso.

En cuanto a los cultivos de primavera-verano, la cooperativa almeriense ha planificado un importante salto en el volumen de producción de su melón y sandía, pues de los 13,7 millones de kilos de la pasada campaña se pasará a unos 27 millones de kilos. De ambos cultivos, el principal es la sandía, que bajo la marca propia 'La reina de CASI', unida a su nuevo envase, supone una vuelta de tuerca hacia esa filosofía de la innovación y el valor añadido, en busca de una mayor diferenciación y margen para los agricultores.

La Cooperativa Agrícola San Isidro cuenta con una masa social de más 1.600 personas, entre socios y colaboradores, una plantilla de 1.200 trabajadores, una superficie de cultivo de cerca de 2.100 hectáreas y un volumen de producción de 226 millones de kilos, según la campaña 2015-2016, lo que supone un incremento del 3,2% respecto a la cosecha del ejercicio anterior.