El Instituto Cerdà recoge en su Observatorio de Innovación en Gran Consumo 2019 las 20 prácticas comerciales más innovadoras. Prácticas que brillaron por ser diferentes, sostenibles y útiles para el consumidor. Estos productos se engloban dentro de una cadena que abarca desde los sectores primarios como la agricultura, ganadería y pesca para pasar por la industria, los operadores logísticos, distribuidores o mayoristas hasta terminar en el comercio que llega al consumidor.

El Instituto ha seleccionado la cerveza Bock Olivarera de Cruzcampo, fabricada en el marco del proyecto “Eficiencia del uso del agua en el cultivo mixto cebada-olivar y eficiencia en la siembra de cebada maltera” desarrollado por el Ifapa y Heineken España, como uno de estos productos innovadores.

Este proyecto que se inició en el año 2016, consiste en la implantación de cebada de aptitud maltera entre las calles de olivar y su objetivo es el análisis de la interacción entre ambos cultivos en términos de producción y calidad así como el estudio de la eficiencia en el uso del agua por parte de los mismos.

Fruto del cultivo de esta cebada entre olivos, nace la cerveza Bock Olivarera de Cruzcampo, la primera y única cerveza elaborada con cebada cultivada de forma sostenible en los campos de olivos de Jaén. Esta práctica permite un uso más eficiente del agua, la mejora de la biodiversidad, solucionar algunos problemas de erosión del suelo y aumentar la rentabilidad del agricultor.

Además, el Ifapa desarrolla este proyecto en un escenario en el que, a pesar de que cada año aumenta el cultivo de cebada en Andalucía, las empresas malteras se ven obligadas a importar cebada de otros países para cubrir sus necesidades. La búsqueda de nuevas vías de cultivo de este cereal hace que el proyecto, llevado a cabo por Ifapa y Heineken España, sea de especial interés.

Más de 30 años de trabajo del Ifapa

El Ifapa lleva más de 30 años realizando ensayos de caracterización de nuevas variedades de cereales de invierno. Las especies ensayadas son trigo duro, trigo blando, cebada, avena y triticale. Estos ensayos están enmarcados en lo que se conoce tradicionalmente como RAEA (Red Andaluza de Experimentación Agraria) de cereales de invierno. Paralelamente a esta red se ha trabajado en otras lineas de investigación como: eficacia de herbicidas, evaluación de fungicidas, densidades de siembra, dosis de abonados nitrogenados, cultivo en condiciones de riego, siembra directa, etc. Actualmente el Ifapa trabaja en más de una decena de proyectos vinculados al cereal de invierno dada su importancia.

El objetivo de estos proyectos es desarrollar prácticas de cultivo encaminadas a obtener una elevada rentabilidad y una producción de calidad, tanto organoléptica como sanitariamente, siendo estas en todo momento sostenibles desde un punto de vista medioambiental.