Los Vélez

Un pueblo de Almería cambia este jueves de alcalde por un día

  • Vélez-Rubio celebra los inocentes, una de sus tradiciones más arraigadas que se remontan a la Reconquista

  • Un vecino ostentará la vara de mando y apoyado por sus secuaces, los guindillas, multará a todos los vecinos y los llevará presos a la plaza de la Encarnación

Celebración del año pasado.

Celebración del año pasado. / Lázaro Martínez (Vélez-Rubio)

El alcalde del Ayuntamiento de Vélez-Rubio, Miguel Martínez-Carlón está muy nervioso. Este próximo jueves 28 de diciembre perderá la vara de mando... por un día. El municipio de la comarca de Los Vélez celebrará una de sus tradiciones más arraigadas: los inocentes. Durante esta jornada, Martínez-Carlón cederá a un vecino el poder de la Alcaldía siguiendo así con una festividad que se remonta a los tiempos de la Reconquista en una sátira burlesca en la que se ridiculiza los poderes establecidos tanto civil como religioso. En esta celebración los repobladores cambiaban a los poderes fácticos del lugar, el alcalde y su esposa, al cura así como a las fuerzas del orden que eran sustituidas por guindillas, figuras bufonescas que hacían cumplir las disparatadas ordenanzas del alcalde inocente.

Desde bien temprano, las nuevas autoridades recorrerán las principales calles de la villa acompañados con los sones de la Agrupación Musical Maestro Rojas. El desfile será presidido por alcalde inocente, vestido elegantemente, con traje, chistera y capa además del bastón de mando, símbolo de máxima autoridad. Al edil inocente le acompañará en el recorrido su esposa, y el cura Rafael Soriano. Junto a ellos, habrá una cuadrilla de guindillas vestidos con coloridos trajes y espadas de madera en vainas de esparto para hacer cumplir la ley.

Uno de ellos hace de mochilero con un cuerno hueco que sirve de hucha para echar el dinero de las denuncias. Al ritmo de la música irán pasando por todos los establecimientos de la localidad velezana multando por estar abiertos, a los viandantes por ir andando o a los conductores por circular en este día, nadie se resiste en el día de inocentes a pagar la multa impuesta. 

Después llegará el turno del pregón y todos a la cárcel empezando por Miguel Martínez-Carlón. Los guindillas detendrán a cuantos viandantes paseen por la plaza de la Encarnación hasta dejarla vacía. Los detenidos tendrán que pagar una multa a los guindillas para poder entrar en prisión. Allí los reos convivirán con el resto de "presos” disfrutando de un buen vino y unos aperitivos. El dinero recaudado es destinado a fines sociales. Todo queda en familia.

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