No solo en la capital se vivió intensamente la mágica noche de San Juan. Los otros 102 municipios de la provincia también celebraron por todo lo alto la llegada del verano a su manera. Los de playa, como El Ejido, Adra, Roquetas de Mar, Balanegra, Níjar, Garrucha, Mojácar o Pulpí volvieron a llenar sus costas de vecinos y visitantes deseosos de darse el primer baño nocturno del año con sus familiares y amigos y compartir también fuego y manjares.

En Garrucha, por ejemplo, por tercer año consecutivo, se quemaron dos fallas elaboradas por Maestros Falleros Alicantinos, una de las cuales pone en valor el producto estrella de Garrucha, la gamba roja.

Tampoco faltaron en todos los puntos del litoral almeriense las tradicionales actividades para los más pequeños con fiestas de espuma, música en directo y castillos hinchables para que los niños vivieran también intensamente esta fiesta tan popular en la provincia.

Y si los pueblos de costa pudieron presumir de sus playas, los de interior tampoco fueron menos y una inmensa mayoría de ayuntamientos abrieron sus piscinas municipales para permitir a los vecinos refrescarse y dar esquinazo al calor que ya ha hecho acto de aparición. Mención especial para Lúcar que volvió a congregar en la balsa de Cela a cerca de un millar de personas de toda la comarca del Valle del Almanzora que eligieron estas aguas termales para purificarse y celebrar el inicio del verano.