Almería

Cruz Roja ensalza la dedicación de los voluntarios a cuidados paliativos

  • Desde enero unas 900 personas han recibido atención a través del programa de la Organización

El próximo día 13 de Octubre se celebra el día de los Cuidados Paliativos a nivel mundial para visibilizar la labor e importancia que estos desempeñan a nivel sociosanitario, familiar e incluso personal en una situación de enfermedad avanzada. El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas que gestiona Cruz Roja Española en Almería, promovido por la Fundación La Caixa, ofrece apoyo psicosocial tanto a pacientes que se encuentran en el final de su vida como a sus familiares.

En lo que va de año casi 900 personas han recibido atención por parte de un equipo compuesto por cuatro psicólogas y un máximo de 20 voluntarios que colaboran en este proyecto, formados en las diferentes áreas de intervención que se trabajan. "Desde el Programa se realiza un acompañamiento integral, en el plano emocional, social y espiritual, poniendo el énfasis tanto en la personas con enfermedades avanzadas como en sus familias durante la fase de enfermedad y durante el duelo. Se abordan las áreas emocional, social y espiritual, tratando de mantener al máximo la autonomía del paciente, procurándole dignidad, evitando y paliando el sufrimiento desde un abordaje psicosocial y promoviendo la adaptación progresiva a las pérdidas", ha informado la responsable del equipo de atención psicosocial, Ana Almansa. En el modelo asistencial para los pacientes de cuidados paliativos hay una organización basada en el trabajo en equipo con los diferentes profesionales implicados, en el que el voluntariado desempeña una importante función. Y sobre este asunto sabe bastante María Cristina González, actualmente voluntaria de Cruz Roja Española en Almería en el Programa de Cuidados Paliativos.

" Lo importante es ir serena, tranquila para poder prestar toda la atención que merece"

Tiene 71 años y lleva toda la vida atendiendo a personas que van a morir. Su caso es aún más peculiar cuando nos explica su vivencia como paciente oncológica. María Cristina sabe muy bien a qué se enfrentan estas personas relatando el miedo que se siente "porque nadie sabe dónde va. El enfermo paliativo tiene mucho trabajo porque necesita sanar espiritualmente para poder ir en paz, tanto él y como su familia". Esta voluntaria cuenta desde su experiencia que "un enfermo paliativo lo que más necesita es afecto, comprensión, que le escuchen y mirar a los ojos de otra persona". Cuando va a estar con algún enfermo dice que lo más importante es "ir serena, tranquila para poder prestar a esa persona toda la atención que merece". Hay enfermos que no tienen a nadie que esté con ellos, nosotros les acompañamos para que se vayan con alguien de la mano".

A pesar de su edad y de su enfermedad tiene mucha fuerza y unas ganas de vivir enormes, pero sobre todo tiene ganas de seguir siendo voluntaria y ayudar a los demás. Dice que lo seguirá haciendo, y que sólo lo dejará cuando "deje de sentir, de conmoverme y de aprender de una persona enferma. Hoy por hoy sigo aprendiendo".

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