Almería

5.225 kilómetros de líneas eléctricas sin riesgo

  • Endesa culmina el Plan Verano de supervisión del tendido en zonas forestales

  • En 2018 invirtieron 600.000 euros en la tala y poda de la vegetación

5.225 kilómetros de líneas eléctricas sin riesgo

5.225 kilómetros de líneas eléctricas sin riesgo / Iván Gómez

La provincia tiene 217 kilómetros de litoral, 1.072 de red secundaria de carreteras, poco más de 200 son los que tendrá el futuro AVE a Murcia y nada menos que 5.225 kilómetros es la distancia que han revisado los técnicos de Endesa a pie y mediante el uso de drones y helicópteros equipados con mapas tridimensionales, sensores láser, termografías e imágenes con alta resolución. El trazado que ha sido supervisado en el plan verano de la compañía es equiparable al del viaje entre Almería y la capital de Siria (Damasco) y se corresponde con la longitud de las líneas aéreas eléctricas de alta y media tensión que discurren por terrenos y zonas forestales.

La extensión de redes en revisión es 24 veces superior a los kilómetros de costa que tiene la provincia, de ahí la complejidad de la inspección que ha requerido una inversión de 486.000 euros. A estas tareas de reconocimiento se suman cada año, antes del inicio de la temporada de mayor riesgo de sufrir incendios el 1 de mayo, la tala y poda selectiva de vegetación cuando se encuentran cerca de las líneas del tendido eléctrico.

La compañía tiene en cuenta el calendario de crecimiento de las distintas especies en colaboración con las administraciones locales y autonómica. Estas tareas se ponen en conocimiento de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y del resto de entidades que forman parte del Comité Asesor del Plan Infoca con la finalidad de estudiar avances en la prevención de los incendios. En la cruzada contra el fuego resulta fundamental mantener distancias de seguridad reglamentarias entre los conductores y masas arboladas y la apertura de corredores bajo las redes de alta y media tensión para minimizar el riesgo y evitar incidencias en el suministro.

Operarios realizando la limpieza a presión en una de las subestaciones de la provincia Operarios realizando la limpieza a presión en una de las subestaciones de la provincia

Operarios realizando la limpieza a presión en una de las subestaciones de la provincia

En el marco del Plan Verano de Endesa también se contempla la limpieza en tensión de las subestaciones y este año se ha realizado en cinco. Desde la distribuidora eléctrica asegura que en el caso de Almería este saneamiento es obligatorio por la polución salina que sufren las líneas de alta tensión. El gasto en el conjunto de actuaciones del pasado año rozó los 2,5 millones de euros en la provincia, de los que más de la mitad se concentran en las revisiones aéreas con drones de última generación y helicópteros.

Cada año una empresa que ha sido contratada por la compañía se desplazan a Almería varios días para realizar el reconocimiento del cableado a vista de pájaro. Son los guardianes de la alta tensión, los vigilantes de una tela de araña de alrededor de mil kilómetros en la provincia que examinan con la más avanzada tecnología con el fin de garantizar la seguridad en todo el proceso de distribución y la continuidad sin interrupciones del suministro energético.

No sólo comprueban el tendido, el vuelo del helicóptero cartografía todas y cada una de las instalaciones que se encuentra a su paso, tanto las subestaciones como los sistemas de protección y telecontrol. Y es que la innovación se ha convertido en el mejor aliado de la compañía en el mantenimiento preventivo de su red y también de las masas forestales que rodean a sus líneas y torres de alta tensión. La revisión aérea en la provincia ronda cada año los 300 kilómetros del tendido de alta tensión, casi un tercio del total, y se concentra en el periodo estival con la excepción de hace un par de veranos que se tuvo que rematar en octubre un tramo del faldón de Sierra Nevada por la demora en la autorización medioambiental al tratarse de un parque natural con protección.

El helicóptero durante trabajos de revisión de las líneas en las proximidades de Laujar El helicóptero durante trabajos de revisión de las líneas en las proximidades de Laujar

El helicóptero durante trabajos de revisión de las líneas en las proximidades de Laujar / Iván Gómez

A bordo del helicóptero viaja, junto al piloto, un operador de cámara y vuelo pendiente siempre de las dos pantallas situadas una sobre la otra en el habitáculo. Anota todas las posibles anomalías y después se comprueban en el laboratorio. Según explicaron los operarios a este periódico, las incidencias de más gravedad, como una torre inclinada, una avería con peligro de incendio o en un aislador con riesgo de sufrir una desconexión, son enviadas de inmediato a Endesa para que se desplacen los técnicos. El ritmo de trabajo es de unos 50 kilómetros por hora con un máximo diario de cerca de 250. Recorren toda la geografía nacional durante el plan verano y son una pieza clave en la lucha contra los apagones en un modelo de vigilancia que todavía sigue siendo mixto.

La compañía no quiere renunciar a la revisión a pie que siempre se ha hecho. Antes conocidos como linieros, todavía hoy los operarios trepan por las columnas metálicas que sustentan el cableado a la hora de hacer un diagnóstico más exacto y para su pertinente reparación. Las inspecciones aéreas dieron comienzo hace tres años para su implantación definitiva este 2019 en base a una seria de ventajas en el acceso a zonas más complejas, el menor tiempo de la revisión y la cantidad de información recibida para el posterior análisis en busca de puntos calientes en laboratorio.

Entre los sistemas empleados destaca el Light Detection and Ranging que mide con precisión las distancias con otros objetos y edificios y con la vegetación. Cada árbol queda geolocalizado y se procesa en mapa tridimensional que con la comparativa de años anteriores permite conocer cómo crecerá en el futuro. Cartografía con la que lograr anticiparse a la naturaleza y podar antes de que se genere una posible incidencia. Las zonas de mayor contaminación y humedad de la provincia son las más nocivas para el arco eléctrico.

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