La apertura de pocas puertas era tan deseada como la de los gimnasios. Tres meses después, todo un interminable estado de alarma que todavía sigue en pie en sus estertores, han tenido que esperar los deportistas para retomar su rutina deportiva. Como la vida en general, el deporte ha ido recuperando su pulso muy lentamente.

El primer paso fue entrenar en casa, quitarse la impresión que causó el confinamiento y empezar a sudar en el salón. Mes y medio después, la gente pudo trotar por las calles, salir en bicicleta o practicar deportes acuáticos. Había necesarias restricciones, aunque elevar las pulsaciones al aire libre alegraba la jornada a cualquiera. El tercer paso de este regreso a la rutina deportiva aficionada ha llegado esta semana en Almería. Gimnasios y centros deportivos ya están en marcha, vuelven las horas en las cintas, las elípticas o las máquinas de musculación. Hubo apelotamientos cuando se permitió salir a la calle a correr y días después vuelven a producirse colas de deportistas, pero parece que se ha aprendido la lección y los almerienses aguardaban guardando las distancias y las mascarillas.

Dos de los centros de entrenamientos en los que esta semana vuelve a sentirse el deporte son el CDM Rafael Florido (el CDM Jairo Ruiz abre hoy jueves) y el Ego Sport Center. Sin la afluencia de antes del estadillo del coronavirus, cuando había horas del día en las que era complicado usar algunas máquinas, pero con el deseo de que todo el trabajo de estos días permita recuperar todo el tiempo perdido.

“Estamos deseando de retomar la actividad y todos los Centros Supera de Almería vuelven a ponerse manos a la obra, con todas las medidas de seguridad necesarias”, indica Javier Merino, que ayer vio cómo la respuesta de los almerienses en sus instalaciones fue muy buena: “Nos encontramos en una situación de miedo e incertidumbre de los usuarios. Nosotros estamos poniendo todas las medidas de seguridad e higiene, para que el deportista se sienta cómodo. Trabajamos para que el miedo no sea tal”.

Máquinas fuera de servicio. No todo está en uso para respetar distancias.

Es humano que estos días la sociedad todavía tenga sus reticencias a los sitios cerrados. Como pasaba antes de reiniciar los entrenamientos en el fútbol profesional, los deportistas no se van a quitar este estigma hasta que vean cómo entrenan con total seguridad los más echados para adelante. Eso sí, depende del gimnasio y del centro.

Las medidas de seguridad son muchas y muy variadas. Tan importante para la salud es hacer deporte como la desinfección y la higiene del lugar en el que se realiza. Además de ello, habrá controles de aforos para evitar las imágenes tumultuarias tan habituales en otras épocas y se señalizarán con señales los lugares de tránsito. De la misma manera, los entrenadores tratarán de llevar a cabo una rotación de las máquinas, para que dé tiempo a su limpieza y su posterior uso de otros deportistas.

Tomando la temperatura al llegar a Ego.

Tres cuartos de lo mismo ocurrirá con las salas de actividades, otrora convertidas prácticamente saunas conforme subían las pulsaciones entre las cuatro paredes. Ahora se apuesta por horarios más reducidos, menos gente en las clases y una ventilación mucho mayor. Los vestuarios, una de las zonas que siempre han sido el tendón de Aquiles para la higiene, por el tema de hongos y bacterias, estarán muy viligados y, por supuesto, esterilizados.

“Planteamos un horario reducido con la finalidad de mantener las medidas de higiene y seguridad. A medida que vaya pasando el tiempo, ampliaremos estas horas. Ahora mismo queremos ser cautos para que el usuario se encuentre seguro y cómodo. En el momento que se necesite, trabajaremos en ampliar nuestros servicios. El objetivo es que la nueva normalidad nos permita recuperar nuestro día a día previo al estado de alarma”, explica Javier Merino, que sabe de la importancia de transmitir confianza a sus usuarios para que regresen con todas las garantías posibles: “En el aspecto psicológico y en la salud, es imprescindible volver a hacer deporte. Somos más felices cada vez que hacemos actividad física”.

Distinta marca comercial, diferente ubicación, pero mismo deseo tiene Ego Sport Center. Es otro de los centros deportivos preferidos por los almerienses, al que también han acudido jugadores de la UDA o de Unicaja Almería para llevar a cabo algún trabajo específico dentro de su preparación profesional.

Cintas de correr y elípticas.

Desde el pasado lunes, los deportistas ya ocupan sus salas, con las toallas, las mascarillas (excepto en las salas de cardio y actividades dirigidas) y el gel desinfectante cuando se necesita. Francisco J. Miras, gerente del centro, resalta el comportamiento ejemplar de los usuarios que lo frecuentan “llevamos una media de mil personas cada día, no hay masificación en ningún momento del día porque la gente se va organizando. Pero la gente está siendo muy responsable, limpiando los equipos y manteniendo la distancia social”. Además, hace hincapié en que “la gente de todas las edades que está viniendo al centro demuestra un alto grado de madurez. Todos están siendo muy responsables”.

La adrenalina le hace a uno sentirse realizado, a tope, todo un superhéroe. Pocas sensaciones mejores como la de la ducha postentrenamiento. La rutina vuelven a encaminarse por la vereda de hace unos meses, pero hay que tener claro que el virus sigue entre nosotros y que la responsabilidad individual es tan beneficiosa como levantar una mancuerna de 15 kilos a golpe de bíceps. El deporte es salud, el deporte es necesario y beneficioso para la sociedad y ésta tiene en su mano ir recuperando el tiempo perdido. Las normas de seguridad son más simples que una tabla de flexiones.