Almería

Cuatro bandas participan en el Happy Moy Fest en el Anfiteatro de la Rambla

  • Por orden de intervención, Baläte, Adiós Caballos, The Dry Mouths y Gazelle Thomson llenaron de distorsión y potencia este consolidado evento

The Dry Mouths en el Happy Moy Fest en el Anfiteatro de la Rambla.

The Dry Mouths en el Happy Moy Fest en el Anfiteatro de la Rambla.

De unos años a estar parte, Happy Moy Fest se había convertido en un doble encuentro anual con el rock con denominación de origen almeriense, celebrándose en invierno y verano, en locales como Malevaje, su primera edición y antes de que cerrase definitivamente sus puertas, y, posteriormente, en La Caverna, con la colaboración de La Calle.

Nombres que desde hace años forman parte de la ruta de ocio del público más rockero de la ciudad, que el miércoles vieron como la decimocuarta edición del festival ‘dio el salto’ al aire libre, con el apoyo del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Una toma de contacto en el Anfiteatro de la Rambla, que se inundó así del genuino espíritu festivalero con la participación de las bandas Baläte, Adiós Caballos, The Dry Mouths y Gazelle Thomson, colgando, además, el cartel de entradas agotadas en la restricción de aforo.

Baläte es un grupo que combina la juventud de Alba Malki al bajo y voz, con la experiencia de Juanjo Ufarte, batería también de The Dry Mouths, completados con Antonio Lajara y Paco Pérez en las guitarras. Anda la banda presentando, como la pandemia deja, su último disco hasta la fecha, su Road To Loma Cabrera publicado en febrero de este mismo en año y en él se basó buena parte de su repertorio.

Aunque es una frase que casi que puede servir para los cuatro grupos en cuestión, para definir a Baläte es necesario citar muchas influencias. Laroya o el tema que da título al disco son ejemplo de ello. Canciones que se mueven entre lo directo del rock con lo árido del sludge o el stoner, como en Getting Old, Racoon verbena Horror o ese toque casi Manson de ‘Stoned Craken’, para despedirse de una actuación sin fisuras con Zapillo Blues.

Varias vueltas de tuerca de intensidad más a la noche fueron las que le dio Adiós Caballos. Nacidos de las cenizas revividas de At Least, el cuarteto, con un hiperactivo y desbordante Enrique Billy a la voz, un efectivo y afilado Tolo a la guitarra, un sobrio y contundente Sifo en la batería y un experimentado e infalible Lalo como bajista, el grupo desplegó sin miedo alguno toda la ira y acidez afilada que transmite su post hardcore y screamo contemporáneo.

El tercer lugar de actuación estuvo reservado a lo que podría denominarse como ‘los cabeza de cartel’ de la noche. The Dry Mouths es actualmente la banda con mayor proyección fuera de las fronteras provinciales y se lo han ganado gracias a una combinación alquímica casi perfecta entre la belleza de sus pasajes instrumentales, ambientales y espaciales, con la furia y la fuerza del rock progresivo, stoner y hasta grunge de sus canciones.

Christ O. Rodrigues (voz y guitarra), Josh Morales (batería y coros) y Víctor Gutiérrez (bajo) volvieron a contar con Ángel ‘Karma’ Expósito a la segunda guitarra. El combo apostó por un inicio reposado, con La Chaussure y Low Savvia, que es como se abre el disco Memories From Pines Bridge, para dar un salto de intensidad con Outromental II. La ya clásica Pineapple Juice y la siempre celebrada Los Pollos Hermanos trazaron el ecuador hacia un final incendiario con Tour P-2, la certera Low Clouds y el desbarre final de RR En FF.

Entrada ya la noche, era el turno de dar el cierre con unos sonidos más sintéticos y modernistas, como los que ofrece Gazelle Thomson es un proyecto liderado por Carlos, que junto a Manu y Pedro ofrecen una combinación controlada de las programaciones y los sonidos electrónicos, las guitarras eléctricas y la batería.

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