Las ganas les podían. Por eso no quisieron esperar ni un momento y ya, con la cuenta atrás del calendario en marcha, los vecinos de Velefique comenzaron a preparar la matanza que ha tenido lugar este fin de semana. El sábado a las ocho en punto, los más madrugadores estaban ya listos para comenzar a trocear el cerdo que sería degustado a mediodía. Un poco más tarde, ya con más gente en pie, aderezaron las migas que en una gran pila, terminaron de hacerse. La multitud no dejaba de crecer. Más de 600 personas, una detrás de otra, fueron pasando lentamente a l recinto.

La carne del animal se hizo a fuego natural y en el merendero. Muchos curiosos y entendidos, los más veteranos del lugar, se acercaban a ver cómo iba preparándose la comida. "Lo preparamos todo con muchas ganas", señala María del Mar, una de las encargadas, y en el menú especial figuraban también morcilla con arroz (típica de Almería), chistorra, asadura y vino del pueblo. "Generalmente lo prepara la misma gente de Velefique, en los días previos al evento, pero este año la morcilla ha sido por obra de la carnicería que cuenta con unos embutidos de elaboración casera muy conocidos". La matanza, la tradición, no queda sólo en eso. En el mero hecho de comer. Lo que se mueve en el entorno es positivo. Tras la comida, los asistentes se quedaron charlando en el merendero, ya que se trata de un lugar agradable y, con el buen tiempo, estaba lleno de residentes. La cerveza y los refrescos fueron tónica predominante durante toda la jornada. "En cuanto comenzó a caer la tarde, todos aquellos que han estado organizando el evento recogieron y limpiaron la zona, para que no quedara basura". La organización, el Ayuntamiento de Velefique, ha subrayado su satisfacción ya que "ha sido de los años en que más público ha asistido y tenemos la firme convicción de que se quedaron con ganas de volver".

La matanza ha contado con la ayuda económica del Ayuntamiento, ya que esta corporación es la organizadora de la actividad. Cada uno de los asistentes ha colaborado con 5 euros para llevarse de recuerdo un plato de cerámica con el nombre de este evento. Con el dinero, quedarán sufragados los gastos de las fiestas patronales que se celebran cada año durante el mes de agosto organizadas por los jóvenes.