El equipo de Ramón Fernández-Pacheco ha conseguido ver aprobados por el Plenario los Presupuestos Generales del Ayuntamiento de Almería con un único apoyo, el ofrecido por el concejal no adscrito, Joaquín Pérez de la Blanca, en una inusitada votación en la que tanto el Grupo Municipal de Vox como el de Ciudadanos han sumado sus votos en contra a los habituales del PSOE, mientras que la portavoz de Podemos ha mantenido la abstención, por la que fue criticada por su propio partido el pasado año.

La Corporación ocupaba sus asientos del Salón Noble con la incógnita, al menos de cara a la opinión pública, sobre las posturas a mantener, puesto que en la comisión celebrada de forma previa al Pleno todos los representantes de la oposición se abstuvieron ante estas cuentas, las de 2022, que representan el mayor presupuesto de Almería en la última década, con 218.673.872 euros y 15 céntimos exactos. Un presupuesto consolidado, en palabras del alcalde, “clave para que 2022 no sea solo un año nuevo, sino un año bueno”, dirigido a la recuperación económica de la ciudad y del que Fernández-Pacheco quiso destacar también “el marcado carácter inversor para la creación de empleo y el apoyo social” en este escenario de pandemia.

Pidiendo a la oposición el regidor alejarse de las “trincheras” en un año, de igual modo, clave en la gestión desde el punto de vista político –será el último ejercicio completo antes de los comicios–, el Partido Popular se ha tenido que contentar con el solitario voto de Pérez de la Blanca, a diferencia del pasado año, que sólo se enfrentó a los votos en contra del Grupo Socialista.

Exponiendo una retahíla de compromisos que el equipo de gobierno ha incluido en los presupuestos, Pérez de la Blanca justificaba así su complicidad con las cuentas, que incrementan casi en un 30% la inversión con 18 millones de euros, para reprobar en su segunda intervención el cambio de rumbo en la oposición. “¿Están hablando de un moción de censura?, ¿es que tienen un alcalde alternativo?”, cuestiona el exrepresentante de Vox para acusar al resto de los grupos de intentar “paralizar la ciudad” en un momento de crisis económica que, en su opinión, haría merecedora a estas cuentas de un mayor respaldo.

A Adriana Valverde le restó protagonismo en el debate no solo Pérez de la Blanca. El viraje de Vox, que ya el año pasado se abstenía, hacia el voto desfavorable estuvo acompañado de un duro discurso del portavoz. Juan Francisco Rojas ha acusado al alcalde de “maquillar” los números para ofrecer un “presupuesto idílico en una operación de marketing de cara a la galería” que, dijo incluso, “supera ensoñaciones a Pedro Sánchez”, reprobando las “formas” por una aludida falta de negociación por parte del PP.

El bandazo de mayor hondura lo ha ofrecido Ciudadanos, que de pasar a ofrecerse socio de gobierno al inicio de la legislatura y de votar favorablemente al presupuesto de 2021, ha aportado al resultado dos votos en contra para las nuevas partidas. Lo justificaba Miguel Cazorla en el hartazgo de la formación naranja de no ver cumplidas las “líneas naranjas” presupuesto tras presupuesto (de 17 iniciativas, se han llevado a la práctica cuatro), y a un “proyecto rancio que huele a alcanfor”.

Carmen Mateos considera que con las cifras diseñadas el Ayuntamiento trata de “cortar una hemorragia con una tirita” , pero Podemos se abstiene al ver incorporadas tres de las medidas que ha propuesto; las máquinas de reciclaje con incentivos, el punto limpio móvil y las placas solares en edificios públicos (Jefatura de la Policía Local”.

El PSOE ha sido el único partido al que el PP “no ha llamado” a negociar, si bien Valverde quiso poner en valor las propuestas que su grupo remitió al PP y sin verse “representados en las cuentas” y echando en falta un mayor gasto dirigido al empleo y las políticas sociales, la portavoz y sus concejales votaron, otra vez, no.