La Corporación del Ayuntamiento de Almería ha celebrado el que será posiblemente el último Pleno de esta legislatura que, con carácter extraordinario, ha aprobado el intento de desbloqueo del mayor crecimiento urbanístico de las últimas décadas del barrio de Los Molinos. Se trata de la construcción de más de 300 viviendas, medio centenar de ellas de protección oficial, que se han visto frenadas por la negativa de un particular a abandonar las instalaciones agropecuarias que se encuentran en medio de esta bolsa de suelo.

El Plenario ha acordado por unanimidad proceder al desalojo de los terrenos, habiendo  sido rechazadas con anterioridad los requerimientos que para ello se han realizado desde el Consistorio capitalino. La bolsa de suelo, un sector amplio que se sitúa por encima de la Iglesia, es propiedad privada, si bien y después de muchos años de negociaciones, sus dueños se ponían de acuerdo y encomendaban las obras de urbanización a la empresa municipal Almería XXI.

Con un coste de 3,2 millones de euros (IVA no incluido), las obras echaron a andar hasta que hace medio año se toparon con la negativa de abandonar la zona del particular sobre el que se ha centrado la atención plenaria.

La propuesta aprobada incluye solicitar al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Almería, autorización judicial para la entrada y desalojo de estas instalaciones, de no producirse el desalojo de manera voluntaria y cumplidos los plazos que marca el procedimiento iniciado por el Ayuntamiento.

Ana Martínez Labella ha reconocido la labor de “intermediación” que el Ayuntamiento de Almería viene realizando en este sector, a través de la Empresa Municipal ‘Almería XXI’, lamentando que “la buena voluntad municipal en el desarrollo de este sector se haya visto truncada por la ocupación de unos terrenos que debieran estar en posesión de la Junta de Compensación, iniciada también por parte de esta el desahucio por vía civil”.

Es la respuesta dada por la portavoz del equipo de gobierno, concejal de Urbanismo y consejera delegada de Almería XXI a las críticas que ha recibido por parte de la oposición al entender que el proceso podía haber llevado de otra manera con anterioridad y sin desembocar en la necesidad de esta orden de desaolojo.