Almería

Sorroche, un cante contra la injusticia

  • El cantaor almeriense, gran embajador del flamenco de la provincia, prestó su voz en los años 60 y 70 con letras reivindicativas, que recogían la necesidad de libertad existente en gran parte del sentir popular

El cantaor almeriense José Sorroche es un perfecto paradigma de la vinculación del arte con el compromiso social. A finales de los 60 y principios de los 70, Sorroche comienza a componer letras comprometidas con la sociedad, que reflejaban ese sentimiento de frustración y la necesidad de libertad de la mayoría de la población.

Su voz se unía a la lucha contra las injusticias, a la ilusión por derrocar la dictadura franquista. "En aquella época había muchas personas del arte como pintores, intelectuales, cantaores implicados y yo no iba a ser menos. Las letras, más que políticas, eran sociales para reflejar las carencias que teníamos de libertad", manifiesta el cantaor almeriense.

En aquella época, había un gran grupo de cantaores reivindicativos, como José Menese, que expresaban el sentir de una gran parte del pueblo español. Las universidades eran un gran foco de difusión de estas letras plagadas de metáforas para eludir la tijera de la censura. Todas las letras encerraban un gran mensaje de forma encubierta. "Se decían muchas cosas, pero como la mayoría de los censores, no eran muy listos y por eso hacíamos las cosas de esa manera", asevera Sorroche.

No sólo de pan se vive/ a mí me dijeron un día/ y yo prefiero pan seco/ antes que tanta mentira. Así rezaba un garrotín del almeriense. Estrofas cortas, pero que encierran el sentir de pueblo con ese quejío popular que expresa el flamenco mejor que ninguna música.

Continúa el garrotín, un estilo que cada vez se escucha menos en los escenarios, con otra letra sentenciosa y cargada de rabia en la voz flamenca de Sorroche. En este mundo no habrá/ ningún juez que lo sentencie / pero el día llegará / que llueva pa 'toa' la gente.

Sorroche amoldaba sus composiciones a varios palos del flamenco. Uno de ellos, y que expresa como pocos la pena, es la petenera. Yo soy tronco y soy la rama/ de un árbol que nadie poda/y aquel que intente cortarlo/ con su herramienta se corta.

El cantaor almeriense asegura que no tuvo muchos problemas con la censura porque "siempre supe encubrir el significado en mis letras". Sólo tuvo un pequeño contratiempo, pero no con los censores, sino con la familia de un chico al que asesinaron. "Hice una letra con un almeriense joven al que mataron y creo que fueron los mismos familiares los que en una emisora de radio pidieron que no pusieran más esa letra", comenta.

El artista, nacido en el barrio de Plaza de Toros de la capital en 1942, tuvo que vivir en su infancia la dura posguerra. A los 15 años comenzó a adentrarse en el mundo del flamenco de la mano de un gran aficionado como Pepe El Barranquete.

Sorroche es un artista de la vieja guardia de Almería, de aquellos grandes aficionados que se desplazaban a otras provincias para escuchar los diferentes cantes. "Hoy en día, los jóvenes tienen la suerte de poder escuchar por Internet todos los cantes que existen, pero entonces me acuerdo de que cantaores como Juan Gómez, su hermano Pepe y yo nos íbamos a Granada a escuchar a Mairena o Terremoto".

El cantaor almeriense recuerda con cariño sus primeros pasos en el mundo del flamenco. "Por entonces, no existían peñas, sino reuniones íntimas de modo familiar en casa de un amigo. Así empezamos los de mi generación", afirma.

Sorroche es uno de los más firmes embajadores del flamenco almeriense y un profeta en su tierra. "Me siento querido por mi tierra y por toda Andalucía porque fue en el año 70 cuando hice mi primera grabación en RCA y eso hizo que en el flamenco a nivel andaluz y español, sea reconocido como un taranto distinto al que habitualmente se realizaba", manifiesta.

El cantaor se muestra contento por el surgimiento de nuevos jóvenes que dan frescura al flamenco almeriense y representan a la provincia en otros lugares. "Hay un movimiento de gente joven bastante interesante con más mujeres que hombres, lo cual es importante porque la mujer en el flamenco ha estado vetada mucho tiempo".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios