La preocupación por el "efecto aspirador" de las grandes superficies sobre el centro de la ciudad no es exclusiva del pequeño y mediano comercio de la zona. El Colegio Oficial de Arquitectos de Almería (COAA), ha expresado también su inquietud sobre el futuro que el impacto de proyectos como el Centro Comercial de Torrecárdenas o la instalación de Ikea en la cabecera de la Rambla pueden tener sobre el centro histórico y lanza, desde su vertiente urbanística, un claro mensaje sobre la necesidad de elaborar un plan especial con el que conseguir fortalecer la vida en esta zona de la capital.

Los arquitectos recuerdan que las primeras grandes superficies ubicadas en el extrarradio desplazaron en gran medida a un sinfín de comercios tradicionales y tiendas de comestibles de toda la vida, sin respuesta alguna conocida por parte de la propia administración para compensar, desde ese momento, estos primeros envites. "El propio planeamiento urbanístico y la falta de concienciación de las administraciones públicas para mantener la dinamización del centro urbano y, en especial, del casco histórico han sido la antesala de la ahora ya perentoria necesidad de revitalizar la actividad comercial y el uso residencial", considera el decano del COAA, José Díaz, quien ensalza la conveniencia de abordar el mencionado plan especial del casco antiguo, dentro del Plan Estratégico sobre el que trabaja el Ayuntamiento de Almería. Entienden los arquitectos que es indispensable hacer del centro histórico un espacio atractivo. "Granada tiene el Nevada, el centro comercial más grande de Europa, y puede que haya afectado a otras grandes superficies, pero no a su casco histórico. Los centros comerciales sacan la actividad del centro, si este no es atractivo", afirma el decano.

¿Qué hacer o qué debe contener el reclamado por los arquitectos plan especial? El Colegio valora tres pilares esenciales. Por un lado, la actualización del Plan de Movilidad al considerar que el tenido en cuenta en la actualidad por el Ayuntamiento se ha quedado obsoleto, precisamente por el impacto que el Centro Comercial de Torrecárdenas y la posterior llegada de Ikea tendrán. Es una, en opinión de los arquitectos, herramienta esencial a la hora de definir cualquier actuación de peatonalización de calles. Una de las intervenciones que se cree beneficiosa para hacer de la zona del centro histórico un espacio atractivo para la ciudadanía, junto a la mejora del transporte público y la creación de aparcamientos perimetrales.

Además de ese estudio de movilidad, los arquitectos invitan a la adopción de políticas que recuperen los usos residenciales y atraigan vida universitaria con, ponen como ejemplo, la creación de pequeñas residencias. "Hay un problema con las edificaciones vacías, en mal estado y con falta de mantenimiento. Se tienen que ocupar, mantener y rehabilitar", explica Díaz, quien pone en valor las propuestas que el Colegio y la Asociación de Vecinos Casco Histórico obtuvieron de la iniciativa Microespacios, cuyo objetivo último es, justo, el de conseguir fomentar una "fuerte vida" a la zona antigua de la ciudad.