Almería

Un autobús recorre la provincia para informar sobre la ley de la dependencia

  • El programa 'Cuidabús' asesora sobre el cuidado en el entorno familiar de personas en situación dependiente · Esta campaña ofrece las claves y estrategias para prestar apoyo a los cuidadores

Manuela es una mujer consumida, carcomida por la depresión, angustiada por la vida misma. Ella es la menor de ocho hermanos -los otros siete son varones-, se casó enamorada de un buen hombre, tiene dos hijos, y una madre que padece la enfermedad de Alzheimer a la que cuida las veinticuatro horas del día trescientos sesenta y cinco días al año. Manuela siempre va con prisa: al supermercado, cuando acude al médico con alguno de los hijos, siempre.

Apenas le quedan amigas, apenas le queda tiempo para ella misma. Acaso en la noche, mientras escucha por la radio 'Hablar por hablar'. Una vez llamó al programa, por eso, por hablar, por prender en el aire sus agonías, y desde el transistor supo que más personas con nombre sin rostro, pero reales, estaban como ella estaba: sola, con miedos, con hartura. Una voz anónima le habló de que en su Comunidad Autónoma existían planes de ayuda para Cuidadores de personas dependientes, como era su caso. Manuela tomó buena nota de aquello y se enteró de que, aparte otras prestaciones, en la Junta había un plan de formación para todas aquellas personas que atienden a personas dependientes.

Pasito a paso, Manuela dio con la Delegación de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. Y allí, pasito a paso, se lo explicaron todo. Lo primero era saber si Manuela quería ser Cuidadora de su madre, o bien permitir que la atiendan cuidadores externos a través de la Ayuda a Domicilio o en una Residencia en la Unidad de Estancias Diurnas. A Manuela le entró un ahogo cuando se lo preguntaron. Lo consultó con la familia antes de tomar la decisión. El marido le dijo que lo que ella hiciera estaba bien; los hijos, bueno, los hijos a lo suyo, vale, lo que tu quieras pero yo no me quedo con la abuela los fines de semana, además tengo exámenes, ¿y si un día se pierde?

La mujer volvió a la Junta: que mientras me queden fuerzas mi madre se queda en mi casa, total llevo años cuidándola. La funcionaria clavó su mirada en la cara de la mujer que aún conserva rasgos de una olvidada hermosura a la que un lifting inverso con el bisturí del padecimiento estropeó la lozanía del cutis de las ilusiones. Usted, le explicó la funcionaria, ha de estar fuerte, ha de cuidarse también de usted misma, a valorar el trabajo que hace. Y Manuela se preguntaba en sus adentros ¿y eso cómo se hace?, si no puedo con mi alma.

Quería cuidar de su madre y ya dudaba si lo hacía bien, no sabía cómo conciliar el atenderla con la vida familiar que se le escapaba, ¡lo que daría por sentarse tranquilamente a tomar un helado con su marido! Al poco le llegó una carta de la Junta, le comunicaban que tras la valoración efectuada podía acceder a servicios y prestaciones, entre ellos apoyo a cuidadores no profesionales.

Manuela recibió el aviso de que había una campaña de formación e información "Cuidabús. El cuidado en el entorno familiar de personas en situación de dependencia". Una campaña en la que se imparten talleres formativos, a través de un aula móvil que recorre la geografía andaluza, con el objetivo de proporcionar técnicas y estrategias que sirven de apoyo a las personas cuidadoras en la importante tarea de cuidar a su familiar. De esta manera, se mejora la calidad de vida tanto de la persona en situación de dependencia, como del familiar que le atiende.

Manuela subió al Cuidabús cuando pasó cerca de su municipio. Conoció a personas en sus mismas circunstancias y por primera vez se sintió comprendida, valorada. También supo que a pesar de todo siempre hay alguien en peor situación, que la autocompasión es mala compañera. Pero sobre todo, adquirió conocimientos útiles para su madre y para ella misma, para la misma Manuela que tenía la muleta de las pastillas. Obtuvo respuestas a ¿cómo tengo que darle la comida? ¿cómo tengo que bañarla? ¿cómo tengo que levantarla de la cama? Y a tantas y tantas preguntas que la atormentaban.

Recibió formación, aprendió a cuidarse, a saber y a valorarse. Aprendió que los Cuidadores de familiares en situación de dependencia acaban siendo dependientes, bien porque se hacen daño físico, bien porque se dañan emocionalmente, si no aprenden a cuidar. Así, en el Cuidabús, Manuela recibió una guía práctica de cuidados para el Cuidador. Ambas personas, la cuidada y la cuidadora, han de estar en condición excelente. Manuela ha tomado de nuevo contacto con el mundo.

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