Sucesos

El cadáver del bebé, enterrado entre plásticos, telas y bidones

  • La detenida, que todavía no ha pasado a disposición judicial, quiso ocultarlo pero los residentes ya la habían visto embarazada

El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante

El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante / EFE

El paraje de La Cimilla es uno de esos lugares en los que las infraviviendas se alzan junto a explotaciones agrícolas. En este caso, a apenas unos minutos en coche del centro neurálgico de Vícar, a escasos metros de la estación de la ITV, se ubica uno de estos precarios domicilios, uno que desde el martes se ha convertido en uno de los fatídicos escenarios de crímenes con niños que, afortunadamente no en demasiadas ocasiones, surgen en la provincia de Almería.

Aquí residía hasta su detención la mujer detenida por la Guardia Civil tras encontrar el cuerpo de su hijo recién nacido. Un cadáver semienterrado bajo la ventana de la casa, entre plásticos, telas y prendas desgastadas, un colchón y bidones de agua y fertilizantes. Todavía ayer era posible observar a simple vista la oquedad horadada en la tierra por los agentes que acudieron al lugar tras recibir una alerta que no presagiaba nada bueno. Algo que ya veían venir los vecinos de la ahora detenida.

Y es que una vecina localizó en una balsa cercana una placenta. Ante este insólito hallazgo, llamó de inmediato al Servicio de Emergencias del 112 Andalucía, que de inmediato movilizó a la Guardia Civil, la Policía Local, la Unidad Adscrita de la Policía a la Junta de Andalucía y a personal sanitario. También acudieron hasta esta infravivienda, en pie en pésimas condiciones, precaria y rodeada de residuos agrícolas, miembros del equipo de Gobierno vicario, como la concejal de Educación, Servicios Sociales, Mayores y Salud, Almudena Jiménez.

La escena fue indescriptible y aquellos que la presenciaron cierran los ojos al rememorarla. Sin embargo, no son muchos los que quieren hablar dando la cara. Cuando se les pregunta, afirman no conocer a una persona que vivía a metros, siendo generosos, de sus domicilios.

Los pocos que, siempre de forma anónima, aportan algún dato, apuntan a que la mujer habría dado a luz de forma clandestina y a los pocos días decidió quitarle la vida al recién nacido por la situación de absoluta precariedad en la que se encuentra.

El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante

El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante / EFE

Según han contado este miércoles algunos vecinos a los periodistas, la mujer estaba embarazada, pero unos días antes de su detención ya no tenía “barriga” y el niño “no aparecía por ningún sitio” y también coinciden en que fue el hallazgo de la placenta en una balsa el que puso sobre aviso a las autoridades. Además, señalan que la arrestada tiene otros tres hijos, uno adolescente y otros dos de menor edad. Junto a donde estaba desenterrado el feto, bajo la ventana y al lado de la puerta de la vivienda de la detenida, es posible encontrar todavía un pequeño triciclo de color rosa y azul, y un coche de pedales con un muñeco.

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