Almería

Poco que celebrar y mucho que gritar en el Primero de Mayo

  • Los sindicatos se echan de nuevo a la calle, arropados por 6.000 personas, para protestar contra los recortes del Gobierno y por los 131.000 parados

Más de 6.000 almerienses ayer se echaron a las calles de la capital para manifestarse contra "los que quieren acabar con todo". No fue un Primero de Mayo como otro. El carácter lúdico y festivo de años anteriores se convirtió en una nueva protesta contra los recortes y medidas económicas que viene aplicando el Gobierno del Partido Popular. La reforma laboral, la precarización del trabajo y los más de 131.000 parados de la provincia fueron los motivos por los que los sindicatos lograron movilizar a más ciudadanos que nunca en el Día Internacional de los Trabajadores. Y la protesta de ayer, que partió de la explanada del Puerto para acabar junto a la estatua de Nicolás Salmerón en  la Puerta Purchena, no será ni mucho menos la última. UGT y Comisiones Obreras anunciaron que seguirán saliendo a la calle hasta que el Ejecutivo de Rajoy rectifique y retire sus medidas económicas contra la crisis. Fue un Primero de Mayo diferente, con un tono más crispado que nunca y con un momento más que álgido al llegar a la altura de la sede del PP. Los agentes de la Policía Nacional, conscientes por anteriores convocatorias del probable y posible reproche, se situaron ante las puertas del edificio de las gaviotas y contemplaron la indignación de los manifestantes. Gritos de "vosotros fascistas sois los terroristas" y una sonora pitada eran la evidencia de que la política económica le acabará pasando factura a los populares. Así lo entendía Rosalía Martín, coordinadora provincial de IU de Almería, que aseguró a este periódico que "en un tiempo no muy lejano se multiplicarán las voces que pidan la dimisión de Rajoy y elecciones anticipadas". En este sentido, el líder de los socialistas almerienses, José Luis Sánchez Teruel, le recordó al Gobierno que escuche a los "verdaderos dueños" del sistema democrático, que no son los bancos, ni las grandes fortunas, son los ciudadanos. La Junta va a demostrar que hay otra forma de hacer política", apostilló, acompañado por la plana mayor de su partido. Precisamente, los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, José Ginel y Juan Pallarés respectivamente, recordaron ayer al Ejecutivo que con las medidas que está adoptando no se puede salir de la crisis. Los recortes del Gobierno han revitalizado las protestas de los sindicatos en este Primero de Mayo, la quinta movilización sindical tras la aprobación de la reforma laboral, y también la participación de los partidos de la izquierda. Todos a una. Familias, jubilados, jóvenes estudiantes, funcionarios y hasta inmigrantes se vieron ayer en las calles exclamando al unísono "el pueblo unido jamás será vencido". 

 

Y queda mucho camino por recorrer. Pallarés y Ginel anunciaron un verano de movilizaciones, asambleas y reivindicaciones. Banderolas y gorras de sindicatos por doquier bajo el ruido de silbatos hoy y mañana también. Bajo el lema "trabajo, dignidad, derechos" la cita de ayer transcurrió sin incidentes. Paseo arriba, con gritos de "compañero únete", los manifestantes ascendían en sentido contrario a los viandantes hacia Puerta Purchena, donde concluyó el acto con los acordes de La Internacional en torno a las dos. La protesta hacía paradas, como los tronos en la Semana Santa, y su estación de penitencia acabó con la sensación de que      esto no se arregla ni rezando. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios