En los hospitales de Almería aún hay demasiados ingresados por culpa de la COVID-19. Los contagios han bajado notablemente en las últimas semanas, desde los 634,3 casos por cada 100.000 habitantes del 5 de agosto hasta los 148,6 actuales. Sin embargo, aún apenas se nota en la presión hospitalaria.

Ayer aún había 66 personas ingresadas con COVID-19 en toda la provincia; 19 de ellas, además, en la Unidad de Cuidados Intensivos al presentar una sintomatología más grave. Son cifras que distan aún mucho de las que había antes del estallido de la quinta ola, cuando el verano aún estaba en ciernes. El 30 de junio había 16 hospitalizados, solo cinco de ellos en la UCI. Por lo tanto, aún hay cuatro veces más ingresados que entonces.

A lo largo de los meses de julio y agosto ha habido cifras de hospitalizados muy parecidas a las del verano pasado, cuando la llegada de turismo también incrementó exponencialmente los contagios. El pico este año se alcanzó el 14 de agosto con 94 personas ingresadas y llegó a haber 25 en la Unidad de Cuidados Intensivos. La situación es casi calcada a la del año pasado, si bien es cierto que la bajada ha comenzado unos días antes, pues hasta el 11 de septiembre de 2020 no hubo menos de 70 ingresados en los hospitales de Almería.

Ahora, ni siquiera con la vacunación se han conseguido reducir los ingresos todo lo esperable. Como explicaba hace unos días la doctora Rodríguez Higueras (intensivista en Torrecárdenas) a este diario, “hay un porcentaje no despreciable, de más del 40%, de hospitalizados en UCI que tienen la vacunación completa o han recibido una primera dosis”.

Además, el Síndrome de distress respiratorio agudo que produce la COVID-19 en los casos más severos es igual de grave ahora que en el tiempo previo a la vacunación, según la doctora Rodríguez. “Requieren ventilación mecánica un 69% de los ingresados, con una mortalidad de entre el 28 y el 30%”, puntualiza.

Esta situación preocupa en el seno de la Delegación de Salud. El máximo responsable almeriense del ramo, Juan de la Cruz Belmonte, lo reconoció el martes en su visita al Hospital de La Inmaculada en Huércal-Overa. No obstante, confía en que la cifra vaya reduciéndose en las próximas semanas.

De hecho, la alta presión hospitalaria es la que ha motivado que los distritos de Almería y Poniente no bajen de nivel de alerta, a pesar de que han descendido los contagios. En declaraciones a los periodistas, la delegada de la Junta en Almería, Maribel Sánchez, ha indicado que, si bien el “número de positivos” que arrojan los partes diarios revelan que estos “han bajado considerablemente” con respecto a las últimas semanas con cifras por debajo del centenar, la situación continúa siendo “tensa” respecto a las hospitalizaciones.

Ha remarcado que los distritos sanitarios de Almería y Poniente mantienen el nivel 2 de alerta ya que aglutinan la mayoría de enfermos de COVID que precisan hospitalización.

Sánchez ha hecho hincapié, por otro lado, en que Almería se sitúa como “líder” en vacunación en el grupo etario de 16 a 19 años en Andalucía y ha destacado que más de 76 por ciento de la población diana en la provincia cuenta con pauta completa. “Vemos que la fortaleza que da la vacuna a la población hace que movimiento del virus baje considerablemente”, ha concluido.

Todas las esperanzas están puestas en las vacunas. De hecho, en las próximas semanas se llevará a cabo una campaña para convencer a los poco más de 60.000 almerienses que aún no se han puesto ninguna de las inyecciones para combatir al coronavirus.