Ya hay una respuesta. Pocos días después de que desde la asociación Cañada de Las Norias, que engloba a todos los damnificados por las constantes inundaciones de la Balsa del Sapo, enviaran un escrito al Ayuntamiento de El Ejido "para pedir oficialmente explicaciones sobre los vertidos de aguas residuales en el humedal que están generando un problema sanitario de primer orden", apuntaban desde la asociación, el Consistorio ya ha dado una respuesta.

Han sido claros y contundentes, avalando sus palabras mediante un informe, que les harán llegar a la propia asociación. Tal y como explicaban desde el equipo de Gobierno, debido al aumento del nivel freático todos los sótanos de la zona se encuentran anegados y los "propietarios han optado por la opción de bombear agua y ese agua se está bombeando a la red de aguas residuales", apuntaba el concejal de Obras Públicas, Mantenimiento y Servicios, Ángel Escobar.

La red de aguas residuales de las Norias tiene una serie de bombeos de impulsión, entre ellos, una bomba que está detrás del restaurante Berenguel y ese agua se impulsa hacia Santa María del Águila y de ahí a la depuradora. "El problema es que ahí había tres bombas de impulsión de aguas residuales. Cuando se le cedió a Elsur, llegó a tener sólo una y ahora tiene dos, aunque habría que colocar una tercera", señalaba Escobar.

Esas bombas funcionaban una media de tres horas diarias, y en la actualidad se ha incrementado hasta alcanzar las 23 horas al día.

"Prácticamente todo lo que está bombeando es agua de la Balsa del Sapo que llega a la red de aguas residuales a través de dos vías; una por las aportaciones que están haciendo los vecinos a través de sus bombas y otra es por la propia filtración de la tubería porque el nivel freático está muy alto, y sigue subiendo", ha aclarado a Diario de Almería.