La situación económica que vive el Ayuntamiento de Alhama de Almería, asfixiado por una deuda entre préstamos y deudas a proveedores de 4,5 millones de euros, ha provocado que florezca la imaginación para concebir unas fiestas, las que tradicionalmente se celebran a finales de julio en este pequeño municipio de la comarca del Medio Andarax, en las que sin invertir de forma excesiva se consiga no disminuir la calidad ni la cantidad de actividades durante las mismas.

Por esta razón, tras la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno capitaneado por Cristóbal Rodríguez, éste se ha reunido con los distintos colectivos y asociaciones vecinales de cara a confeccionar un programa lúdico y festivo en el que por ejemplo se prescinde del tradicional desfile de carrozas "y los vecinos a cambio harán una pasacalles por el pueblo vestidos con trajes de otros años y acompañados de los caballos y burros que tienen algunos alhameños", explica Rodríguez.

En el caso de la restauración, la carpa que todos los años se instala en la Plaza de España y que suponía un coste de 6.000 euros también se elimina para dar luz verde a que los bares y restaurantes del municipio instalen sus propias barras en la puerta de su establecimiento con el añadido de que "los 150 euros que les cobraba el Ayuntamiento por la instalación de la barra este año no lo van a tener que pagar como medida para que impulsen el negocio y por ende la generación de puestos de trabajo y afluencia de más turistas", añade el regidor.

Otro colectivo, el de la Tercera Edad, se queda sin su cena festiva y a cambio tendrán un baile "porque con el dinero que nos ahorramos vamos a pagar una parte de la deuda que tenemos con el restaurante de otros años", explica.

Rodríguez resalta la "implicación" y "aceptación" de los vecinos de Alhama "con la nueva situación económica que tenemos" y ha agradecido "que sean responsables y entiendan que tenemos que abrocharnos el cinturón para pagar las deudas que tenemos con nuestros propios empresarios".