Almería y sus personajes I Mª Dolores Andújar Tortella (Orientadora del Instituto Azcona)

“El orientador debe fomentar el desarrollo integral del alumno”

  • Ha estado en el IES Galileo y El Puche; ahora está en el Azcona

  • Nació en Almería aunque sus padres son de Tahal

Una compañera aporta a la orientadora Lola Andújar la documentación relativa al caso de un alumno.

Una compañera aporta a la orientadora Lola Andújar la documentación relativa al caso de un alumno. / JLL Bretones

La figura del orientador apareció en los centros de enseñanza con la vilipendiada Logse. En principio fue duramente criticada pero con el tiempo se ha asumido como un miembro más del sistema educativo y hoy día está perfectamente integrado en ellos. Pero aún hay gente que desconoce su labor en los centros educativos.

–Yo he convivido 20 años con vosotros pero hay lectores que no saben cuál es vuestra labor.

–Es difícil de resumir en unas pocas líneas. Nuestra labor es fundamentalmente descubrir el potencial de los alumnos para contribuir a su desarrollo integral. Centramos nuestra atención sobre todo en los niños con dificultades en el proceso de enseñanza/ aprendizaje en la escritura y la lectura y a la diversidad en general. Para resolverlo les ofrecemos las herramientas adecuadas para mejorar su rendimiento.

–Y ese nombre de ‘orientador’ ¿a qué se debe?

–Es que nuestra función es orientar a los alumnos académica y vocacionalmente. Procuramos descubrir sus gustos y aficiones y, según ellas y sus capacidades intelectuales, los orientamos en sus estudios futuros. Les mostramos las ofertas educativas y laborales en relación directa con el resto de su equipo educativo.

"El problema más grave que hay en los centros de enseñanza es el acoso personal o por redes a los niños”

–No me niegues que es más fácil tratarlos de uno en uno que de treinta en treinta...

–¡Ja, ja, ja! Es que nuestra labor no es dar clase como vosotros. Interactuamos con el resto de profesores para ofrecerles a quienes lo necesiten los refuerzos adecuados, actividades extraescolares o visita a un psicólogo o a un especialista médico, llegado el caso. Nosotros podemos tener esos estudios pero no somos psicólogos. También orientamos a los padres sobre el trato y los estudios que deben aconsejar a sus hijos, siempre de forma preventiva y evitando los conflictos.

–El conflicto más serio que hay en los centros hoy es...

–Sin duda, el acoso escolar, ya sea directamente o ya por redes sociales, el llamado ciberacoso. Los móviles y las redes sociales son imposibles de controlar desde el centro de enseñanza y por ahí vienen todo tipo de amenazas e insultos que el colegio solo no puede evitar; es necesario la máxima colaboración de padres y compañeros del alumno acosado para tratar de solucionarlo.

En la puerta del Instituto Azcona. En la puerta del Instituto Azcona.

En la puerta del Instituto Azcona. / JLL Bretones

–¿Qué hace el orientador cuando detecta un caso?

–Pues contactar inmediatamente con los padres y darle pautas al niño para que comunique el caso y para pontenciar a su autoestima. No es fácil para él pedir ayuda hay que ofrecérsela sin que la pida y sin que se sienta humillado. Un niño que caiga bruscamente en el rendimiento académico, que esté repentinamente tristes... hay que ver qué le pasa.

"A veces confunden nuestro despacho con un consultorio sentimental e incluso matrimonial”

–Mira cuánto espacio tenemos para que cuentes algunas anécdotas que te hayan sucedido...

–Sí, la verdad es que muchas. Una vez que vino un matrimonio para que les hiciera terapia de pareja, “si hace falta le pagamos pero es que nuestra hija nos cuenta maravillas de usted y nos ha aconsejado que vengamos”. Evidentemente, los derivé al profesional adecuado. En otra ocasión me llegó una alumna hecha un mar de lágrimas, suspirando profundamente... por la ruptura amorosa “con mi novio de hace varios meses”. La consolé, le di un par de consejos... pero es que a la media hora me vino ‘el novio’ por el mismo motivo. Tendría que abrir un consultorio sentimental por las tardes. Ja, ja, ja.

–Eso son años de experiencia...

–Diez en el Galileo, dos en El Puche y otros dos en el Azcona.

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