Almería

Una buena parte de Almería no soportaría un fuerte terremoto

  • La provincia de Almería no estaría libre de experimentar una sacudida que alcanzara los 8 grados de intensidad, lo que provocaría desgracias en 15.000 edificios de la provincia

Imagen de archivo de un bombero y un periodistas entre las ruinas de las casas destruidas por el terremoto  de abril del 2009 en la región de Onno, cerca de L’Aquila (Italia)

Imagen de archivo de un bombero y un periodistas entre las ruinas de las casas destruidas por el terremoto de abril del 2009 en la región de Onno, cerca de L’Aquila (Italia)

El pasado 1 de enero, la provincia entera se despertaba con un terremoto de 3,9 grados que tuvo como epicentro el municipio de Pechina. Bailaron buena parte de los edificios de la zona y se sintió desde la Comarca del Nacimiento hasta Albox. También en enero, esta vez en 2016, un terremoto de 6.4 grados (el mayor que los sismómetros han registrado en el mar) se dejó notar con fuerza en toda la provincia. Son un par de ejemplos de los muchos terremotos que se producen en Almería o su entorno. Y es que la provincia se encuentra en la zona más peligrosa del país, junto a la falla Al-Idrissi del Mar de Alborán y a escasos kilómetros del choque de las placas tectónicas africana y eurasiática. Y Almería tiene un pasado terrorífico en cuanto a terremotos.

La probabilidad es un término clave en sismología. Es un concepto más que aceptado eso de que “donde la tierra tembló, temblará”, así que una de las vías de estudio de este sector consiste en analizar los seísmos pasados para prever los futuros. No es cuestión de ser agoreros ni de explotar el momento de temblores por el que pasa el Mar de Alborán, pero se ha de tener claro que igual que Almería estuvo expuesta a terremotos que arruinaron sus ciudades y pueblos, estos volverán a repetirse en el futuro. De hecho, en un periodo de retorno de 475 años, según el Plan de Emergencia de Riesgo Sísmico en Andalucía, la provincia de Almería no estaría libre de experimentar una sacudida que alcanzara los 8 grados de intensidad, lo que supondría daños de importancia en aquellos edificios que no estén preparados, sean débiles o se encuentren en ruinas, es decir, en torno a 7.000 viviendas de la capital y unas 5.000 en el resto del Poniente de la provincia, zonas que históricamente han sido las más dañadas de la provincia.

No existen cálculos de otras poblaciones donde también han sufrido graves consecuencias como Vera, aunque también cuenta con un parque moderno y ha tenido que ser rediseñada en dos ocasiones tras ser prácticamente destrozada (en los terremotos de 1406 y 1418).

A pesar de que la península ibérica está en una zona de riesgo moderado, el Mediterráneo es la segunda zona mas activa del mundo, con el 5% de los terremotos mundiales. Y Andalucía (sobre todo Granada, las proximidades de la ciudad de Málaga y la cuenca de Almanzora en Almería) son las zonas de mayor recurrencia de sismos en España (por la interacción de las microplacas de Alborán e Ibérica con la placa Africana).

En el sector de Almería, que incluye el extremo Noreste de la provincia de Granada, algunas de las estructuras tectónicas continúan en desarrollo, pero los datos de distribución de terremotos indican que la sismicidad es dispersa y moderada, rara vez a profundidades superiores a 20 kilómetros y siempre a menos de 100 kilómetros.

En intensidad, la peligrosidad sísmica de la provincia está entre VI y VII grados, mientras que en valores de aceleración es de 0,19 G en roca. Cerca de 2.000 temblores desde el pasado 21 de enero atestiguan que cerca de la provincia de Almería, concretamente en el Mar de Alborán, se está produciendo el empuje inevitable de las placas eurasiática y la africana. Son las fallas las culpables de los terremotos en la provincia y en Almería tienen mucho que ver la Serrata-Carbonera, la de El Ejido con El Jebha y la de Cabo de Gata.

El Mar de Alborán es una zona de riesgo sísmico de nivel moderado, de hecho, desde que se tiene constancia, el terremoto del pasado 25 de enero fue el de mayor energía, con 6.3 grados en la escala Richter. Según un informe realizado por el Instituto Geográfico Nacional (UGN), el de mayor magnitud máxima registrado anteriormente fue de 6,2, correspondiente al terremoto de 24 de febrero de 2004 con epicentro localizado en tierra, muy próximo a la población de Alhucemas (Marruecos). Este sismo tuvo una intensidad máxima de VIII ocasionando unos 600 muertos en el área epicentral, siendo percibido con grado V en Melilla. Anteriormente había sucedido otro terremoto importante el 26 de mayo de 1994, muy próximo al anterior, con magnitud 5,7 y sentido también con grado V en Melilla.

Desde el IGN informan que la tectónica actual está caracterizada principalmente por dos familias de sistemas de fallas de desgarre conjugadas. Unas con dirección predominante Noreste­Suroeste que conectan la zona de Almería con la zona de El Jebha, en el norte de Marruecos, denominada Zona de Cizalla TransAlborán. Se trata de fallas de desgarre con componente inverso, es decir, un régimen transpresivo (desgarre con compresión). Las otras Oeste-norte-oeste/Estesudeste, que se dirigen desde Argelia hacia la zona de Málaga, señalan un régimen transtensivo (desgarre con distensión). Estas dos familias de fallas son las que concentran la mayor parte de la actividad sísmica de la zona.

Zonas más débiles de la provincia

Las Alpujarras y, concretamente, municipios como Laujar, Fuente Victoria y Fondón, por el empuje de la placa eurasiática en un elemento natural tal y como es Sierra Nevada, que precisamente se formó por el roce de las dos placas, y el Levante, a causa de fallas como la Serrata Carboneras o la de Palomares, a la que habría que añadir los temblores provocados por la de Alhama de Murcia, son las dos zonas de la provincia con más riesgo de sufrir terremotos. De hecho, los más devastadores se han producido justamente en esas zonas. También tiene un elevado riesgo sísmico el Almanzora. 

La explicación a la gran cantidad de seísmos del Mar de Alborán, más de 10.000 al año (en su gran mayoría de leve magnitud) tienen que ver con la intensa actividad de las fallas que van desde la costa africana hasta El Ejido. Emilio Carreño, director del IGN, explica que el bloque “africano está chocando con Eurasia y las placas acaban rozando y liberando energía”.El m

ar de Alborán es la parte más occidental del mar Mediterráneo, se encuentra bordeado tanto al norte como al sur por las cordilleras de origen alpino de las Béticas y el Rif. Se trata de una compleja zona de contacto entre las placas euroasiática y africana, su génesis y evolución están relacionados por el proceso de convergencia entre dichas placas, debido al movimiento de la placa africana hacia el norte. Este proceso da lugar a un desplazamiento hacia el oeste del bloque de Alborán (pequeña microplaca desgajada de la gran placa africana), a la formación de las cordilleras alpinas referidas y a un adelgazamiento litosférico de la corteza continental con vulcanismo asociado presente en la isla de Alborán.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios