Al final, cuando la presidenta de la Junta, Susana Díaz, estaba a punto de dejar ayer Rabat, recibió una llamada de Exteriores: el rey de Marruecos, Mohamed VI, estaba dispuesto a verla en su palacio de Tetuán. Confirmaba lo que podía ser una opción no siempre probable. Un avión de la casa real alauí recogió a la presidenta en la capital del país y la trasladó hasta esta ciudad de pasado español donde Mohamed VI suele pasar la temporada veraniega. Todo fue de improviso, pero ajustado a las reglas establecidas por los monarcas marroquíes. La entrevista no figuraba en el programa oficial de la visita, ni en el oficioso y Palacio no había contestado a la petición que se le había realizado desde varias instancias españolas.

Díaz explicó antes de partir que tanto el rey Felipe VI como su padre, Juan Carlos I, le estaban ayudando bastante en este viaje. Es posible que esto haya sido lo determinante. La presidenta pudo trasladar al monarca su interés por mejorar la relación comercial entre Andalucía y Marruecos a través de los puertos y aumentar la relación entre los parques tecnológicos de ambos territorios. La visita, en este sentido, le salió redonda, debido al importante poder que Mohamed VI conserva en su país a pesar de que el vecino es, sobre el papel, una monarquía con un Parlamento elegido por sufragio universal. La última vez que el rey marroquí recibió a un presidente andaluz fue en 1999, a Manuel Chaves. Antes, en 1997, se vio con Hassan II. A partir de 1999, no hubo más encuentros. Nunca recibió a José Antonio Griñán.

La entrevista en Tetuán se produjo el mismo día que los pesqueros andaluces recibían las licencias para faenar en Marruecos. El acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos tuvo que esperar un año para ser refrendado por Mohamed VI. La última personalidad española que había visto al rey de Marruecos fue el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, hace dos semanas. Fue a pedirle disculpas por un incidente protagonizado por la Guardia Civil en aguas de Ceuta con una embarcación donde viajaba el propio rey.

La entrevista se prolongó durante cerca de media hora, y transcurrió en todo momento en castellano. A propuesta de Mohamed VI, la presidenta de la patronal magrebí, Meriem ben Saleh, viajará ahora a Andalucía para conocer a empresarios de la comunidad. Fue el propio monarca el que le sugirió a Susana Díaz que no sólo hablasen de pesca o de los temas comunes, de ahí que plantease una fórmula para mejorar el comercio y la inversión andaluza en Marruecos. Una de las acciones es esta visita, pero además se creará en foro de cooperación económica. "Yo he venido a sembrar", explicó Susana Díaz de camino a España. "Y me voy muy satisfecha, ha sido cercano, cordial y está muy informado" de la realidad española y andaluza. A Díaz, por ejemplo, le explicó cómo ha ido subiendo el número de turistas marroquíes que veranean en la Costa del Sol. A la presidenta la acompañaron el secretario general de Presidencia, Máximo Díaz Cano, y el embajador de España, José de Carvajal, mientras que el rey contaba con su ministro de Exteriores y un consejero real.