Con Cuchillo y Tenedor

Este es el error que cometes cada vez que cueces pasta

Añadir aceite al agua en la que coceremos el alimento también es un fallo muy habitual.

Añadir aceite al agua en la que coceremos el alimento también es un fallo muy habitual.

La pasta es uno de los alimentos esenciales de la dieta mediterránea. Es saludable, y con él se pueden conseguir platos sabrosísimos, mezclando al integral con otros ingredientes. Lo más habitual es comerla con salsa de tomate y carne picada, aunque a la carbonara, con marisco o en ensalada son otras formas de añadirla a nuestra dieta.

Aunque, independientemente de la receta que vayamos a elaborar con este alimento, debemos cocerlo. Después de este paso, tras cocinar la pasta en el agua hirviendo durante varios minutos, muchas personas cometen un error: colocarla bajo el frío chorro de agua del fregadero. 

Esto se suele realizar para detener la cocción de la pasta, un gesto que se lleva a cabo inmediatamente después de apartar la olla del fuego y escurrir el agua en la que se ha cocido. Aunque esta acción la realicen muchas personas, se trata de un error, pues provocará que el alimento pierda textura y que, cuando vertamos la salsa, se adhiera peor al alimento.

Por lo tanto, lo más recomendable, una vez que la pasta esté cocida es, retirarla del fuego, escurrir el agua e, inmediatamente, agregarla a nuestra salsa, pues así se adherirá de una mejor manera, algo que repercutirá positivamente en el sabor.

Los otros errores más comunes que se cometen al cocer la pasta

Cocer la pasta es, a priori, una tarea sencilla, aunque en el proceso es habitual que se cometan algunos errores que podrían provocar que esta se pegue o que no consigamos la textura adecuada. Un fallo en el que muchas personas caen tiene que ver con el tiempo de cocción, al no seguir el que marca el fabricante en el envase.

Utilizar poca agua cuando cocemos la pasta también es un error muy usual, y que podría provocar que esta se pegue. Aproximadamente debemos añadir a la olla 1 litro por cada 100 gramos del alimento, por lo que esta debe ser de gran tamaño.

Añadir aceite al agua en la que vayamos a hervir la pasta realmente no es necesario. Muchas personas lo hacen para evitar que esta se pegue, pero eso lo podemos conseguir tanto removiéndola con frecuencia como añadiendo sal a la olla. Aunque esto debe hacerse en un momento concreto.

La sal no debe añadirse al agua ni antes de que esta rompa a hervir ni cuando ya hayamos introducido en ella la pasta. El momento exacto para echarla es justo antes de que incorporemos el alimento. Además, la cantidad recomendada son, si a continuación vamos a mezclarlo con una salsa de tomate, unas dos cucharas por cada litro de agua. Si esta tiene un sabor más intenso, como alguna realizada con queso, podríamos reducir ligeramente la dosis.

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