Con Cuchillo y Tenedor

¿Son el salmorejo y la porra antequerana lo mismo? Desciframos las diferencias entre estos platos tradicionales

¿Son el salmorejo y la porra antequerana lo mismo? Desciframos las diferencias entre estos platos tradicionales

¿Son el salmorejo y la porra antequerana lo mismo? Desciframos las diferencias entre estos platos tradicionales

¿Qué vino antes: el salmorejo o la porra antequerana? Puede que alguna vez nos haya surgido esta pregunta al recorrer diferentes partes de Andalucía. No hay duda alguna que estas dos recetas son únicas en nuestra gastronomía, pero sus orígenes tienden a entrelazarse. 

Las dos son sopas frías servidas en los meses más calurosos debido a su efecto refrescante. Las diferencias pueden considerarse mínimas y hay diversidad de opiniones en cuanto a los orígenes. Ambos platos son parte de nuestra herencia gastronómica y explorar sus diferencias, así como semejanzas, nos hará entender mejor aún más la complejidad de nuestra cocina. 

A pesar de las dudas, el salmorejo es la receta original con una preparación que se remonta siglos atrás. Originaria de Córdoba, conocida como una provincia muy calurosa en los meses de verano, surge este plato que viene a aliviar a la población de las temperaturas extremas. Se elabora principalmente con tomates maduros, pan (duro o rústico), aceite de oliva, ajo y vinagre. Todo en conjunto se pasa por la batidora hasta obtener una crema ligera de color anarajado. Para su acompañamiento, típicamente nos encontramos con trozos de jamón picado, un huevo duro troceado y un chorrito de aceite. 

Entre los cocineros, la porra antequerana es considerada como una variante del salmorejo originaria de la ciudad de Antequera, en la provincia de Málaga. Comparte los ingredientes básicos del salmorejo, sin embargo, una diferencia se encuentra en que añadimos un ingrediente más: pimiento verde. Puede que no sea perceptible al primer bocado, aún así el pimiento le proporciona un sabor más dulce y añade profundidad al plato. Hay otras variaciones en las que se le incorpora cebolla y vinagre. Es lo que tiene realizar platos tradicionales, cada abuela, madre, padre y tío tiene una manera distinta. Esto proporciona una gran riqueza culinaria a nuestra región.

La mayor de las diferencias la encontramos en la textura.  Cada receta varía la cantidad de ingredientes para obtener una consistencia u otra. Si hablamos de la porra, esta tendrá más pan y menos tomate. Obteniendo una consistencia más espesa. Por el contrario, la textura del salmorejo será más suave y líquida. 

Por último, la manera en la que presentamos estas recetas también varía. Ya mencionamos que el salmorejo se presenta con jamón, huevo duro y aceite. La porra antequerana tradicionalmente se sirve con atún en lata y huevo cocido. Una diferencia algo sutil que proporciona una identidad única a cada plato. 

Desde la cantidad de ingredientes, pasando por el pimiento y llegando a la forma de presentación. Este es el recorrido que nos lleva por las mayores diferencias entre estos platos andaluces que parecen a simple vista iguales. Con el paso del tiempo y más por cómo era la antigua comunicación del “boca  a boca”, es inevitable que surjan variaciones de variaciones. No nos olvidemos que cada variación proporciona una nueva dimensión a nuestra cultura. Aunque siendo egoístas, siempre tiraremos para las recetas hechas por nuestros seres más queridos. Siendo estas, en la mayoría de los casos, las mejores.

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