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"Lo conocí cuando mi padre me mandó comprar una barra de helado"

  • El poeta y director de 'Cuadernos Hispanoamericanos', Benjamín Prado, habló sobre Alberti desde su vivencia

Una conferencia divertida, que despertó las carcajadas entre los asistentes. Benjamín Prado, director de Cuadernos Hispanoamericanos, contó multitud de experiencias que vivió junto al poeta gaditano en Madrid.

Benjamín Prado explica cómo conoció al poeta: "Un profesor de literatura vio mis pinitos como escritor y me recomendó Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca, y Sobre los ángeles, de Rafael Alberti. Compré un ejemplar del escritor gaditano y me quedé estupefacto. Lo conocí cuando me mandó mi padre a comprar una barra de helado. Me acerqué a él, le dije que me encantó su libro y le apeteció ser mi amigo. Fueron trece años de amistad".

El poeta señala lo que suponía en ese momento el autor: "Era como Cristiano Ronaldo. Todo el mundo lo conocía y le pedía autógrafos".

Prado aseguró que Versos sueltos de cada día "es un libro muy importante. Cuando son personalidades tan importantes hay unas obras que devoran a otras. Lo considero como el tercer tomo de sus memorias".

El director de Cuadernos Hispanoamericanos hace un perfil de Alberti: "Es un personaje muy humano, muy cercano. Tenía temores como la soledad y la vejez".

Prado también recuerda un consejo que le dio el poeta: "Hay que intentar ser muy serio en la obra y hay que tomarse en broma a ti mismo. Los que siguen esto son los mejores poetas y las personas más felices. No se podía bromear sobre su obra, pero sí sobre su propio personaje".

El cuidado por la imagen de Alberti también fue uno de los detalles que señaló el director de Cuadernos Hispanoamericanos: "Siempre llevaba un peine en el bolsillo y cada vez que pasaba una chica, lo sacaba y se retocaba".

Para Prado uno de los momentos que guarda con más cariño fue su primera lectura poética junto a Alberti: "En las fotos que guardo se podía ver su rostro que parecía un padre orgulloso del niño. Mis primeros poemas eran horrorosos".

El poeta y director de Cuadernos Hispanoamericanos ensalzó a la persona: "Le daba poco valor a unas cosas, pero sí tenía muy en cuenta la amistad y la poesía".

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